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A ELLA. EN SETIEMBRE FUE EROS… PERO LA MONEDA ERA FALSA.

A ELLA. EL BESO FUE EN MAYO. VILLANUEVA DE CAMEROS… FUI IDIOTA.

A ELLA. SUCEDIÓ EN AGOSTO. CAFÉ PLATÓN, SORIA… PERO ERA ACTRIZ.

A ELLA. MADRID, FIN DE AÑO. CUATRO CAMINOS… PERO ERA DE UNA PIEZA.

A ELLA. RODABAN LOS HIGOS, EN DURANGO, PERO TENÍA MARIDO.

A ELLA. ME REGALÓ LA INMORTALIDAD, PERO LOS DIOSES LE OBLIGARON A PARTIR.

A ELLAS… (ver Poema abajo)

¡Ay, Chocolatita!
Tendrás negra la flor de los pechos.
Estandartes faltos de viento y cielo.
Inflamadas las riberas mordidas de los labios;
La boca de arsénico de Fausto porfío,
que funda la aguja de tus tacones rojos de Aquiles.

Es invierno en el Teneré.
Caravanas de dromedarios hacen la ruta de la seda sobre tu piel de barniz.
En llamas de enebros enredan sus pezuñas hambrientas de agua con sal.
Arrastran los ojos mineros sobre la arena y parecen lobos.
La lengua llevan rezando los sueños por el suelo.
Posan la mirada en el horizonte que promete en falso riberas de río y tropiezan.

 

¡Ay, Chocolatita ronca!
En carne viva y fría, el final de la espalda.
Un bosque enredado de sabinas;
las raíces, pétalos de moras negras.

Te asedia la nieve que espantas en balde con miradas de lava,
porque abrasan tus bocanadas de hielo de infierno,
barquillos lechosos donantes de dicha.

¡Ay, Chocolatita!
¡Revuelto llevas el pelo del corazón!
Y sin marido, tu mar de fondo;
¡sereno y ronco!

Los labios llevas inflamados de declaraciones de amor incontestadas.
la sangre ruborizada y los ojos como espadas,
Judith sedienta de Holofernes.

¿Dónde guardas el deseo, Chocolatita?
Deja que mire en el cofre,
y extraiga el pan dorado y ácimo de la esperanza que dormita en el fondo.

Tendrás negra la flor de los pechos…