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CHARLIZE THERON

CHARLIZE THERON. LA BELLEZA COMPLACIDA

Gracias a un documental sobre los avances de las investigaciones en robots cuasi-humanos que echaban en televisión he tenido una  revelación, según desayunaba esta mañana. 

He sabido el porqué de que ame tanto el cine y los mundos y personajes que aparecen en las películas.

Los científicos hablaban del gran reto que implica lograr que los robots interactuen de forma creible con nosotros los humanos. Conseguir que capten y transmitan emociones es la que consideran penúltima barrera, y cientos de laboratorios se afanan en descubrirlo.

Viendo y oyendo lo que decían y registraban, no sé si calificarlo de viaje al paraiso o al infierno. Que están cerca de conseguirlo es evidente. Apenas tardarán dos siglos más. Quizás menos. Y la aplicación de los hallazgos, traerá consigo lo de siempre:  ventajas y beneficios.

Pero voy a centrarme en lo que motiva este breve artículo.

Explicaban los funcionamientos cerebrales que producen empatía recíproca. Hormonas en el hipotálamo y la amigdala se encargan de segregar dopamina, oxitocina y demás “animadores” del espíritu que fomentan el apego y las ganas de contacto social, ir de fiesta, estar con los amigos, beber cerveza, tener sexo, etc..

¿Y saben el modo en que se pueden estimular fácilmente?

Sencillo. Basta con que observemos unos ojos moverse o activarse una sonrisa en presencia nuestra. Escuchar un tono de voz agradable, tocar un peluche, oler un perfume, ver un cuadro, etc.. para que entremos en sintonía.

Sólo con eso, ya nos predisponemos positivamente, aunque delante tengas a un robot femenino que hace de gestora de un banco y esté programada para ofrecerte y venderte un préstamo hipotecario canino, una vivienda  aprecio de oro, un caballo percherón como si fuera un pura sangre, un Opel a precio de Ferrari, etc,etc…

Para que no se me pierdan en la argumentación, les concluyo la fórmula. Creerás ver y oír a la novia que te presenta Tinder con la apariencia y el carácter que sueñas.

Pero eso sucederá en unos años. Y habrá que adaptarse y saber aprovecharlo. Ahora, paso a contarles la revelación que he tenido subitamente, como corresponde a las visiones. El porqué de la fascinación que nos despierta el cine.

¡Ah, incauto de mí! ¡Y yo que lo revestía de trascendencia y poesía!

Resulta que las  actrices  de mi devoción, las nobles mansiones y los magníficos parajes donde tienen lugar las historias son para nuestros cerebros lo mismo robots virtuales. Estímulos que nuestras neuronas-espejos recuerdan placenteros provocando que reaccionemos al tipo de imagen y voz, etc que saben que nos gusta mucho.

La IA habrá aprendido a detectar los estados de ánimo a través de algoritmos de voz, palabras frecuentes utilizadas, tipo y color de la ropa que llevo, gestos del rostro y el cuerpo, nivel de estudios e ingresos, satisfacción laboral y de pareja, salud y familiares enfermos, etc, etc.. Y así hasta el infinito.

Después de sacarme la radiografía completa, dispondrá a su vez, de una base infinita de respuestas y gestos y conductas apropiadas a su cliente con las que responder y lograra su objetivo. Sea éste, venderme un producto, obtener mi voto u ordenarme matar a alguien.

En resumen, todos los experimentos que las compañias o gobiernos como el chino, ruso, iraní o norteamericano están realizando buscan desvelar -sin apenas preguntar- qué nos preocupa o deseamos, y saber qué físico y voz debe tener su muñeca para camelarnos. El grado de soledad que sufrimos y cómo nos gustaría paliarla, etc…

Ya ven. Yo que me creía un poeta, soy simplemente un adicto a los robots virtuales que encarnan actores actrices y sus romances o dramas.

Así pues, de nuevo Sloterdijk tiene razón en su opúsculo “EL PARQUE HUMANO” Llevamos siglos lavándonos el cerebro con cuentos que funcionan como drogas para él. Le dan placer. Blandas y duras. Eso es el cine y mis fetiches femeninos, o los suyos masculinos. Además de la comida y el sexo (satisfactores primarios), hasta las revistas de moda, los vestidos o resto de objetos cumplen la sagrada función de dar placer sin que sintamos vergüenza sino admiración. De lo malo malo, podía ser peor.

Más, no dejaré el vicio. No me detendrán en el papel que me he propuesto cumplir en la Web. Acercar belleza a sus ojos y oídos. Hoy, con fotos y biografía de la, posiblemente, actriz viva más bella que ha dado el cine entre 1990 y 2020. Charlize Theron. Si les gusta, no hay antídoto contra el dolor de no poseerla carnalmente. Y si les es indiferente o les parece poca cosa, una de dos. O están Vds. muertos o deben presentarme a su musa. 

Afortunadamente ya tiene sustituta. Permitan que no les revele ahora el nombre. Pronto se la ofreceré a degustar; virtualmente, claro.

Si en una anterior entrada recogí la voluptuosidad inquietante de Kate Winslet, hoy me complazco a traer a Venus s la tierra. El rostro perfecto soñado por…….. y disfrutado por rel hombre en quien muchos querríamos reencarnarnos algunas noches y días:

Si en una anterior entrada recogí la voluptuosidad inquietante de Kate Winslet, hoy me complazco en traer Venus a la tierra. El rostro perfecto de Galatea soñado por Pigmalión y este servidor, y disfrutado por Sean Penn, el hombre en quien muchos querríamos reencarnarnos algunas noches y días, vistas las mujeres que seduce: Madonna,  Elizabeth McGovern, Jewel, Petra Nemcova, Leila George, Natalie Portman, Scarlett Johanson, Robin Wright y la aquí presente, entre otras beldades y caracteres de armas tomar o quitar el hipo.

Que conjunciones estelares y planetarias dan lugar a estos prodigios de animales femeninos serenos cuyo halo divino recuerda a la gasa que visten las montañas recién acostadas? Sudáfrica tuvo que ser quien agradecida por la excarcelación de Mandela y la reconciliación nacional recibiera este regalo, paradójicamente blanco. Seguramente, una muestra de generosidad celeste de piel oscura a cuyo misterio no podemos acceder. Bástenos con gozar del obsequio que recuerda a los hombres los rasgos que caracterizan a la belleza, parejos a los de la bondad que trasluce. Si tengo que recordar alguno de sus inmensos papeles representados con brillantez, escojo “Las Normas de la Casa de la Sidra” rodada en 1999 con 24 años de edad.

Después, señalaría títulos logrados como “El lugar de la tierra quemada” o Blancanieves y la Leyenda del Cazador (2012) en la que, por primera vez en la historia del cine, la madrastra de Blancanieves es la más bella sin discusión, a pesar de la diferencia de edad de las protagonistas. 37 frente a 22. También, en la secuela Blancanieves y la Reina del Hielo de 2016 con las mismas protagonistas: 41 y 26 años respectivamente. Lo que les digo de la importancia de la estatura. 1,77 Charlize Theron, por 1,65 de Kristen Stewart.

Es la actriz a la que, si tuviera que dirigir, compondría las escenas en vestuario y fondos dorados dada el hechizo que sucede entonces. Se multiplica por infinito su ya de por si excepcional fotogenia, como bien adivinaron los publicistas de la famosa marca de champan en Navidad.

Algunos de Vds., imagino que mujeres, sobre todo, objetarán que no es oro todo lo que reluce. Que, a saber cuánto de esta presencia se debe al maquillaje o el photoshop. No se lo discutiré, pero, como he explicado al principio, una vez asumido que tengo hormonas culpables dentro, dejen que siga prefiriendo la ficción a la realidad. Estoy a un paso de atravesar la cuarta pared en dirección ala fantasía. “El país de siempre y jamás”

Estos seres luminosos de que gozamos gracias a la magia del cine son tan escasos que cada añada produce apenas un ejemplar por país. Esto es, no superaran el numero de 500 en todo el orbe. Pido disculpas por estos análisis y observaciones seguramente algo machistas e incorrectas, les ruego entiendan que actúo cual un entomólogo de allende el sistema solar.

El verdadero asunto de interés aquí es resaltar el deslumbramiento que producen a la propia cámara que, inmediatamente  que las enfoca, queda prendada de estos seres de luz. Y por un extraño milagro de las neuronas espejo transmiten su energía  hasta décadas después personificándose ubicuos en cualquier lugar del mundo.

Soy consciente del elevado tono que empleo al glosarla y en el que he quedado hoy atrapado, entre extasiado y almibarado. Endósenselo a las musas. La verdad es que no me apetece bajar a tierra. Se está muy bien tan arriba. Droga blanda.  Si alguno de Vds. se siente con fuerzas de emitir juicios sensatos sobre esta Señora Balenciaga distintas de las mías sublimadas- de las que no soy capaz ni deseo desprenderme cuando la contemplo, le ruego me lo comunique a través del botón de comentarios del final de la página web.

Si no fuera porque a pesar de sus interpretaciones en “Max Mad” y en “El lugar de la tierra quemada”, se antoja casi imposible imaginármela mendigando monedas en una parada de metro acabada de salir del talego, diría que es la rubia que  encontró Joaquín Sabina. Esa cuya melodía y letra les pongo: “…del cuello de una nube me colgué…”

Lo que si les confieso es que querría que fuera una de las 100 huríes que acogieran a mi cuerpo mortal cuando rinda cuentas al creador de mis vulneraciones al sexto vicio: “No desearas la mujer de tu próximo”

Señor, si no va a estar allí, entonces, reencárnala en prostituta de Babilonia o Babel y transpórtame allí que el feminismo pacato y dominante pseudo-socialista y comunista en Iberia está haciéndonos la vida imposible. Eso sí, llévame a la casa de al lado de donde esté Passolini, por si acaso.

En el documental explicaban cómo las ventas de robots de compañía, sea para aliviar soledades convivenciales de ancianos o juveniles ardores sexuales, aumentan de modo exponencial año a año. Incluso, miles de personas solitarias se casan con  artefactos humanoides y voz tipo Siri. Lo prefieren a relaciones reales entre personas. Asi que ya sé lo que pasa desde que mi última pareja consolidada me partió la crisma abandonándome y acusándome de maltrato psicológico continuado para justificarse y sacarme los cuartos. Ya sé porque no me emparejo formalmente con nadie. Opto por aquello de cada uno en su casa y Dios en de todos. A falta de muñecas-fetiche, veo “cinemascope” y obtengo el placer virtual que necesito. Nunca te acostarás sin conocer “chica nueva” en la oficina. Y más adelante, quien sabe… Tengo que decidirme. Elegir entre prostitutas que contagian, mujeres de mentira -operadas de todo-, machorras de ademanes zafios y boca sucia,  feministas agresivas y doncellas silenciosas sumisas hechas de silicona como en la buena película ZOE, que les recomiendo. No hay mal que por bien no venga. Viva la tecnología. 

He adelantado antes que son muy pocas las personas de uno y otro sexo que emiten esa aura divina. Cerrando esta semblanza, anticipo que la próxima actriz que dibujaré, también lo posee; si bien nació con el pecado de plancha, igual que yo padezco de efélides hiperbólicas. Es Keira Knight. Un rostro angelical del que hubieran encantado a Miguel Angel, Leonardo o Vermeer

Dado que las mujeres que más impactan de primeras suelen ser las altas, me pregunto si la belleza está relacionada con la estatura, o más bien con las proporciones. En todo caso, es innegable que por lo general -exceptuando las caballonas y las esqueléticas- el porte longilíneo, si se acompaña de curvas, ayuda. Sin tetas no es tan seductor el paraíso.  Es así, pese a quien pese. Las de Charlize son suficientes. Incluso caracterizada tan lamentablemente como en papeles así.

Además, citemos que hay en ella algo intangible que llamamos elegancia, estilo, gusto… Todo eso la realza hasta cotas difícilmente equiparables por otras. Que me vengan a la mente sólo un delgado y selecto ramillete. Eva Mendes, Robin Wright, la protagonista de “La princesa prometida” y “Mensaje en una Botella”, Rebeca Hall en 2013 interpretando “La Promesa”, Blanca Suarez en varias tal que “El Verano que vivimos”, “El Bar” o “Mi gran noche”. Igual, Sofía Loren en “El Cid”. Y, por descontado, Marilyn casi en cualquiera de sus films: “La tentación vive arriba”, “Rio sin retorno”, “Vidas rebeldes”, etc…  

Habrá algunas docenas más  vivas, aparte de las angelicales ya fallecidas: Grace Kelly o Ava Gardner; éstas también con duendes hermanados, pero por parte de padre o de madre, no de ambos, vista su personalidad tan diferente y contraria. Cuando estos factores se unen brota el fenómeno mágico de la feminidad

Les propongo un ejercicio. Animarles a que encuentren qué actrices actuales se dan un aire, tienen némesis vivas. Por ejemplo, creo que Charlize, Elizabeth Berkley (Show Girl), Ahley Judd (Presunto Inocente) y Angelina Jolie, alojan dentro de ellas, si no el mismo, al menos un duende primo hermano. De tener un aire, se podría defender que hay un canon universal inconsciente de belleza femenina.

COMÉNTENME SI LES ENCUENTRAN PARECIDO, Y DELÉITENSE COMO HAGO YO.

“EGO TE ABSOLVO A PECCATIS TUIS IN NOMINE PATRIS ET FILII ET SPIRITUS SANTU, AMÉN”