Entretanto organizo la WEB,

permitan que publique sólo Poemas de “PAN TIERNO UNTADO CON MIEL O HIEL”

Vean también los poemas del submenú..

VELERO HERIDO.

REENCUENTRO CON AFNIN  

-Serie Cartas con Ases– (Enero de 2004)

Tenía la deuda pendiente desde hacía quince o veinte, cuando ella, soltera entonces, y con veinticinco o treinta mayos reventones, una noche de San Andrés que salí de fiesta con dos amigos,  me dijo directamente en el Katu-Kale, que quería estar conmigo,

Volvíamos a encontrarnos después de un par de lustros. Me gustó mucho verla ya hecha, pero estaba casado. No atendí su propuesta. Le contesté algo tal que así:

— Estate con Rubén; es muy majo.

— ¿Por quién me has tomado?  Yo con quien quiero estar es contigo -espetó.

Lo que me halagó, claro. Desde entonces, cuando coincidimos, estoy como en un si quiero/no quiero, porque la hembra es muy hermosa. Ha cuajado en pastel.  Resuelta, viva, alegre y “con todo”.

¡POR SEGUNDA VEZ EN MI VIDA, FUI FIEL, FIEL!  Casi me arrepiento.

Una morenaza pizpireta. Tiene algo como de actriz, para no variar. La primera vez que la vi en la tienda paterna -no tendría más de 16 años- ya me clavó sus ojos negros. Sentí su mirada intensa, sin más. Era aún niña para mí. Ahora, verla caminar en la calle es pura gracia, y el corazón se mueve de alegría.

He tenido descuidada esta relación. Escasean los ejemplares sanos y completos. Mente y cuerpo. Gustándome, era hora de decirla que es magnífica. Una actriz de 48 kilos… y unos 45 años, en el presente. Espléndidos senos. Su sonrisa, el mismo reflejo del amor.

 ***

2004. He tomado té con limón, invitado por la actriz que no es, pero debería serlo.

Sus enormes ventanales al mundo semejan ser meteoritos. Y a la par, sendas lunas calientes, rientes… La boca, igualmente enorme, es la cueva de Alí Babá. ¡Qué calidad de tesoros! Perlas blancas y fresas guardan la entrada. La piel, racimos de canela.  Manjar perfumado… Y el cuerpo, los océanos de Simbad. Ella entera, es un molino moliendo sacos de música y danza.

El dueño del bar no la deja pagar. Invita él y eso que desayuna allí a diario. Confiesa que, en ese bar, “su chica” no paga.

¡Cómo me gusta la actitud varonil decidida! Una vez más, veo que la gente ama a quien yo amo. Por una vez, me parezco a los demás. Por mucho que haya quien lo niegue, hay un tipo de belleza femenina universal que todos los varones percibimos sin necesidad de estudiar. Lo mismo que hay otras clases de atractivo que tardamos en descubrir y desdeñamos de jóvenes, tengo que añadir.  Caigo en la cuenta del mérito personal de que acepte estar conmigo… Un examigo me adula: “algo tendrá el agua cuando todos la bendicen”. Voy a terminar creyéndomelo.

Le he regalado un libro con el lenguaje de las flores y dos florecillas dentro (pensamientos). Lila y amarilla que simbolizan el amor imposible, porque los dos estamos casados, con amor, hijos, etc… Pero me gusta sentir que se puede amar y decirlo sin que pase nada. Algo íntimo y natural entre ambos que conviene que sea una amistad entrañable. Es bonito saber y sentir que sería fácil querer a otra mujer aparte de la tuya y que, probablemente, te corresponde, o le sería fácil corresponderte… Feeling que se dice…

Dentro del libro he puesto un poema también con un  entusiasta Te Quiero,  y una foto mía para que se acuerde de cómo era aquél a quien quiso desde jovencita, y que la amó… ¡de más mayorcita!

Me confunde:

— No me gusta que me regales y escribas esto.

¡Que curiosas son las resistencia humanas, el decoro!… Hubo finura, elegancia en ese decírmelo suave, aún de modo directo. ¡Ah, la elegancia de las mujeres!… Al menos, de las mías. Adoro esa sensibilidad… ¿Va a tener razón mi cuñado, cuando dice que la mujer es un ser superior? No lo creo. Porque al igual que sucede con nosotros, abunda la zafiedad, el interés, la soberbia vanidad, etc…

Hoy voy a ir al monte. Es un espléndido día con viento sur de enero. Obviamente, ¡El viento del amor! Todo lo revuelve. Ella sabe que es que quiero y no quiero, y estoy mintiendo. Como además, vive estresada, le pedí –tengo cada cosa- pasar juntos un día al mes, ir al  monte a comer tranquilos, conocer pueblos por ahí, etc…

Respondió que no. No puede dar pie a que su marido…

Tiene razón. ¿Quién no pensaría mal? Y, añadidamente, tendría razón, porque con una mujer así, con semejante actriz fulgente, este menda no aguantaría ni la primera comida o el primer café para echar los dados de la suerte.

Recuerdo que mis hermanas hacían bromas con el chiste del cura confesando a la chica cuyo novio insiste en tener relaciones. Al conocer quién es, resulta que el cura sabe lo pelma del fulano. Le espeta:

— Date por jodida, hija mía… Si se le mete algo en la cabeza… A base de insistir e insistir en lo mucho que le gustaba mi pitillera, he tenido que regalársela.

La contrapropuesta suya es tomar café y pincho una vez al mes. Exclama:

—¡NO voy a volverme a divorciar! ¡NO!

(Nota: Bajé del monte con nuevos versos)

VER EL RELATO COMPLETO: “LA BORRACHA BLANCA”

Libro “MANZANAS DE HIEL Y MIEL”

 La reina fina. La carta arrepentida. 

A  ROBARTE,  LLAMAS

A robarte me llamas,

luna silente,

los tulipanes negros y lilas;

y quiero y no quiero…

Luna de mazapán.

Luna de chocolate.

Luna arrepentida…

que quieres y no quieres.

Riente robaste la flor que huía, y la bebiste.

La calle andas, este diciembre, menuda y diestra.

Tu paso la pone en clavel;

sonríes, y ella se suelta el pelo y el corazón.

Miro tu negro y arde.

Una alegría de añiles vistes.

Y fácil, diría que me desvistes,

metiéndome colores…

Sacándome arreboles…

Quiero, y no quiero.

Quieres, y no quieres.

Nos desqueremos…

…Terminar bien los versos;

acabarlos en beso.

¡Ay, pastel, te arrancaste el corazón!

Volví a temblar.

-Cuánto mejor harías, si te dedicaras a lo tuyo en vez de a estas tonterías de poesías, decías.

En el Palacio de Justicia, metí la foto de guapo en tu chaquetón. 

VER EL RELATO COMPLETO EN EL LIBRO “MANZANAS DE HIEL Y MIEL”

Capítulo LA BORRACHA BLANCA.