La cinta incluye una honda reflexión sobre la decadencia, los celos, el dolor del amor y su ambrosía, la intensidad de los sentimientos… Todo está perfectamente encajado, sin que quepa acusarle de exageraciones, puesto que esas cuestiones son siempre “puro fuego”.
Redescubrí una sinfonía que, aunque aprecié en aquellos años, es ahora cuando tengo la experiencia capaz de comprenderla y valorarla mejor. Quedará entre mis 50 películas preferidas. Casi había olvidado lo que era el cine de autor.
He creído ver a Miguel Ángel o Leonardo da Vinci; oír a Oscar Wilde. Cine prodigioso. Actos, secuencias y planos deslumbrantes en contenido y estética. Estamos delante de una pieza imperecedera. No se la pierdan.
Cada composición de cámara es un compendio original que junta con sublimes armonías todas las artes. Desde la oratoria hasta la pintura, la estética, la fotografía, el vestuario, el maquillaje, el sonido. Realmente prodigioso. Especialmente creativa la escenografía del mar hecho con plásticos y ventiladores. De una originalidad, sencillamente espectacular.