Seleccionar página

Su cuerpo de guerra encarnó el final de la mujer pasiva de la posguerra.

 

Su mente transitaba libremente las dos riberas.

A un lado del río estaba la mujer con raíces tradicionales, pegada a las emociones de su tierra.

Al otro lado, la mujer universal sin ataduras y con personalidad, prácticas e ideas propias.

Los gerifaltes franquistas se rendían a su cuerpo exuberante y voz prodigiosa. Era por así decirlo “la consentida”. Perdonaban las letras “con segundas” de las canciones de copla.

Supo recuperar a los grandes letristas de la época León y Quiroga, Hermanos Machado, etc..

Por ejemplo, “Si amanece y ves que estoy despierta, y que de tu amor no estoy llena, Cúbreme, cúbreme…” 

O la memorable e intensa película con guión machadiano. “La Lola se va a los puertos”

Véanla. Está que se sale. Y no digamos ya el talentoso Francisco Rabal, realizando una de sus mejores interpretaciones. Y fueron muchas.

,

Ahora, escúchenla cantar flamenco. Una colombiana exactamente.

En estos palos, era aún mejor que en canción ligera.

Entrada que dedico a Deisy: “Quisiera ser jardinero”.

Encarna “El Mundo, el Demonio y la Carne”.

Los varones mortales estamos indefensos delante. Únicamente queda disfrutarla.