
NUDO Y DESNUDO.
1.- ENREDANDO
Como un pez…
Ilusionado en el centro de la pecera…
…desdichado en los bordes
In v á l i d o
Almendras de distinto tamaño
querían mi mano.
Tan iguales que la indecisión,
me dejó manco.
Muerte natural
¡Ay, Dios!, los han encontrado en la cama “muertos de amor” a los dos.
¿Qué ha sido doctor?
¡Muerte natural!
¡De tan jóvenes!
Tristeza de Azúcar
Tiene la guinda una tristeza de azúcar
¡Nunca come su pastel!
Mi cama
Mi cama es de cerezo
pero no respira.
¿No sería mejor dormir bajo el cerezo?
D e s p e d i d a de M a r i n e r o
Llénate de espejos, mar…
… que me hagan sentir que no voy,
que vengo.
Tr a u m a… d e c o r a z ó n
Me llevaron de urgencias al hospital.
¡Extraño que me ingresaran en trauma!
Yo iba con algo del corazón.
Alas
Para volar quiero a l a s
y amigos no de juguete…
…que para cometas ya tuve padres,
maestros y curas.
¡A.Dios, muchas gracias!
Ala(s)dos
No sabe el pájaro de dónde no es…
hasta caer en tierra.
La s e p a r a c i ó n
Desconsolado, le dijo el barro al oro:
-Me separan de ti.
-Me desprecian y tiran…
–En manos de otro me esposan.
–Me quedo siempre llorando, respondió el oro.
Orgullo
El orgullo hace a los hombres…
¡También, los deshace!
2.- LUGARES CON «SOL y FA»
G r a n Ho t e l D u r a n g o
Como un huésped,
este olivo centenario,
bajó del coche,
llegó hasta la puerta,
y contento de la recepción,
se plantó milenario.
Un lugar en un almenar
Todos los hombres tienen
un lugar en el que se encuentran.
El mío es vasto y basto.
Verde y árido; muy soleado.
Es delicado; levemente sonoro.
Un lugar de letanía; lejanías…
…mi tren de “cercanías” al cielo.
Todos los hombres tienen
un lugar en el que encuentran.
Al menos, yo lo tengo.
¡Un lugar en un almenar!
© Almenar de Soria
A l b o c a b e
Vuelvo y vuelvo,
empujado por memorias infinitas,
una mirada resplandecida
a trigales sin sombra;
a la lana del manto de espigas;
un baile de puntas, álamos y girasoles.
Un día más,
bosteza sudoroso un sol rojo;
labrado el hielo del mundo.
Una sangría empozoñada de mosquitos espolean y aguijonan el caballo de la tarde;
incendiado, se encoge y desaparece.
E l c a m b i o c l i m á t i c o
No tiene ya tierra que acompañar.
Perdida la novia que insomne velaba;
la luna, noble pirata, es hoy una asolada balsa.
Faenaba un suelo azul.
Sucio estropajo ahora, su impoluto trapo.
Como en una “carola” sin pareja,
con lágrimas de tinto negro,
borracha deambula.
No huele estrellas; ni tierras
nuevas que flirtear
Ella misma su bandera, su tesoro;
tibia y calavera
S a t u r r a r á n
¡Qué valiente la roca frente al mar!
¡Qué valiente el mar contra la roca!
Distinta la piel; iguales los besos
y el destino de lazo…
Rotos los a-brazos…
¡Junio, siempre mi junio!
Sí ha de haber un mes
¡Sea junio!
Sí una fruta,
¡Uvas y Cerezas!
Sí una tierra,
¡Altas mesetas de Soria!
Sí un verano,
¡Entre Aragón y Castilla!
Sí una mujer, hubo tres.
En los treinta.
Sí hijos, los cuatro conmigo.
Sí padre, mi padre.
Is l a Ca n e l a
¡Ah, Guadiana!
agua de frontera;
solo quieres al corazón viajero.
No dejas a nadie aquí contigo;
ni aún amando,
quedarse…
Ro c a s d e La G a l e a
No sabe el agua del mar que pronto palidecerá.
Desconoce que la esperan amantes despiadados de dura piedra.
Su vestido azul y verde desvestirán.
Harán jirones su ropa interior;
a la arena ahogada poco le importa la sal.
Yo, prefiero pensar que la esperan
caballeros desnudos sin sombrero;
la piel abrasada y oscura; antiguos viajeros.
voyeurs arrancados del amor de las simas;
rígidos crónicos de desesperanza y afónicos,
seis horas aguardan
la medicación de besos con sal.
Sueñan el agua que los elegirá.
No sabe el agua del mar,
que enamorada, y vestida de novia, volverá.
Yo los veo, a piedra y agua, abrazos soñar.
Recuerdos de un monte frio
…Amanecía, cuando vi,
aún dormida, una niebla;
y, malamente tapados con ella,
sobrecogidos,
afilados árboles desnudos;
muy solemnes caballeros.
Desolados. lágrimas heladas.
Carámbanos en manos,
trajes y sombreros,
aguardan destemplados,
vuelva el amor rubio,
que anoche les dejó plantados
No había aire,
ni pájaros.
Sí, la esperanza del día
y el estar, todavía, levantados.
Ma r d e q u e j a s
Hay un mar,
que de no tener horizontes se queja.
Hay otro mar,
que de viajar sin nunca llegar
también se queja.
¡Ah, mar quejumbroso!
tu canto es el de un preso roñoso.
No sé qué eres más,
agua o queja.
Impensable. Cierto Túnez
El océano duerme festines de noche.
Respira profundamente,
y deja deshechos sobre la playa,
sus malos sueños; piedras y conchas vacías;
algas todavía vivas.
En la arena indigesta,
dos vulvas de ceniza morada
arroja el estómago revuelto;
la yunta de Neptuno con Saturno.
Eco de volcanes nocturnos,
lavadas en lava masculina,
yacéis quemadas,
esta mañana de tambores callados.
A comer almendras bajan los pájaros;
negros y rutilantes.
Envidioso, miro de soslayo mientras paso.
… Adivino ‘lo divino’.
3º.- PRELUDIOS ENREDADOS
D e s m a q u il l a d a Margarita
Desmaquillada margarita,
vino sin hojas
la luna de enero.
En el alto mar de cada tarde,
busca a farol,
su peinado amarillo recién perdido.
Su agua de limón,
los polvos de arroz…
El s o l s e h a p e r d i d o
El sol se ha perdido
en la casa de la noche…
Para cruzar su pasillo largo y oscuro,
usa la luna como candil.
S i n q u e t u m e v i e r a s
La otra tarde,
sin que tú me vieras,
entré dentro de tus ojos;
había una noche hermosa.
no quise salir.
La t u n e c i n a
¿Sientes el agua, zahorí?
¿Sientes el fuego… Esa ceniza ardida de mármol, en la boca de la tierra?
Guerreros de blanca túnica guardan la entrada.
¿Sientes el sol, zahorí?
¿Las fuentes del mar, su viento caliente? ¿Sientes la sombra del agua?
Huido estoy de mosquitos de alma fría.
Busco un pan dulce de fuego;
un lugar, a los nidos, les disputo.
Entremedio, hago agua como fuego.
No sé, sí Túnez. No sé, sí Italia.
tal vez, un trozo de Hispania.
Qu e j í o
Le he pedido al mar,
su orden en este desvarío;
la mansedumbre del río…
y ese ‘quejio’ de estar a solas contigo.
Per-versos adolescentes
…Y abrió la larga barca de su boca.
¡Dios mío!,
de nuevo, Alí Babá.
Rubíes blancos brillaban;
inmaculados pescados
los ojos,
un gato asombrado
de ver tanto pez
en los míos reflejado.
La piel, el pelo… candilejas;
muslos y un culo de espanto…
fósforo de niña recién barnizado
Tenía… un bigote inmaculado
Am o r i d o
“Amorido” [1] estoy…
y herido… por la mañana [2].
[1] enamorado
[2] metáfora de la amada
¡S i é n t e m e g r a n a d a!
Sácame de ti; de tus caderas.
Soy el nazarí “guadalvivir”,
reo en tus castillos, ¡Cañí!
Un Duero desbaratado y loco;
corriendo ciego montes por Toledo
llévame al Guadiana de abril… cerca de Madrid
Sácate de mí. Deslúmbrate. Alménate.
“Desalhambrame”,
del blanco y el negro de tu maldito ajedrez.
Sácame de tí. De tus cadenas.
Se me ha pegado la enfermedad de la luna…
sus ojos estrellados sobre mí;
no hay mejor leña en toda castilla.
4º.- ANUDADOS: En.amor.a.dos
¡Qué daría yo!
Si tu querer me vistiera
y tu amor me consolara,
¡Qué daría yo!
por desnudarme cada día
…y llorar todas las noches.
M i m o t e r a
Tenía los ojos de horizonte;
dos carreteras infinitas;
el asiento blando de las motos;
el lustre, el adobo del cuero;
la piel libre, ¡como de aire!
…Y un pelo siempre mordido,
herido de libertad;
no quiere la vida de las cuevas.
El deseo de la tierra
descorchaba su cava
en tu vientre de seda y lana.
Te hizo senos de lava;
lenguas corriendo y comiendo
el pan de oro de la piel.
Lenguas que despertaron
las pisadas de mis ojos
avariciosos de sal.
De la siesta de arena de tus muslos,
saco incógnitas de sal.
Salgo al azúcar de tus hombros de lana…
y alcanzo los troncos alisos
de tu cuello sin mancha ajirafado.
Cojo a cuchara,
los bordes moluscos de tus pechos;
recojo a reojo
la fiesta de luz de tus ojos descosidos…
…Y a nariz sedienta,
el aire caído en tu espalda,
ladrón de especias,
roba, del amor, tus semillas.
Besos
Eché tanta agua a tu boca
que le salieron brillos de peces…
y trigo, de tanta harina.
Chillaron los besos
cuando el sol, silencioso y fiero,
alisó las escamas de tu cuero;
partió en dos la roca de algas
junto a tus muslos…
…Y penetró los luceros
en un galope de blandos cuchillos.
Fa n t a s í a d e l t r i g o
Pechos vuelas de harina;
ligeros como jilgueros,
pican semillas
en mis pecas de cereza.
Arrecifes de tu boca
En los arrecifes de tu boca;
en aguas de sulfuro y espuma,
busca mi barca más blanda,
pasos de especias
junto a las perlas.
Tantas había, y voz de sirenas y puertos,
que chocaba y retrocedía.
…Y no naufragué porque del otro lado,
cuerdas echó tu barca y guió;
mapas llevabas de sal y de estrellas.
Firme; flexible el timón,
mostró una ensenada
llena de peces al sol.
Tu s p a t i o s
Y me asomo a tus ojos,
cancelas de plata,
a verte los patios de dentro;
Cádiz y Córdoba.
Y me siento azucenado y fresco.
Me asombro del azar
que juntó azahar con hinojo.
A .c h a r o l a r s e
De pastillas para no dormir,
la luna ha abierto su cofre
de jazmines, talco
y corcho blanco.
…En el tocador de la noche,
la perla buscando está,
cuello para su broche.
Sabe que ya quiere
vestirse de noche,
y acharolarse.
M i Ha r l e y – Da v i d s o n
Pegadito a mi reja,
la oía llegar
todas las noches desde la playa.
Inconfundible su andar cadencioso;
taconeo de baile.
¡Era tan masculina!
Mi Harley-Davidson.
¡Llena de sexo!
Fusión nuclear
Algo muy puro;
algo muy duro me une a ti.
Una soga,
una palabra…
La atracción solar,
contra el filo de una navaja
que separa el mar
El dolor de dos corazones
viajando a la fusión nuclear.
5º.- DESENREDANDO
¡Quédate nieve! sobre mi barco
cuando la tempestad lo deje sin agua,
vacío del último rumbo.
R o z a n d o,
has hecho fuego sobre mi mano derecha.
En mi izquierda,
la flor, y su beso de dieciocho.
¡Por Dios!
que no se levante bajo mi corazón
mucho el viento.
Su s p e n s o e n f i s i c a
Tercer año de carrera;
y ni visos de lograr,
en tu física, la licenciatura.
Ignorante completo
¿De qué demonios, está tu piel hecha?
Mira que soy practicante aplicado.
Un cirujano. un gourmet. un sumiller…
En clase estoy más que atento.
Llego a pensador; casi filósofo.
En el misterio de tu universo,
un observatorio de espejo hueco;
fotógrafo con ojos en blanco.
A músico ciego solo acierto: tocar y tocar.
Se enganchó mi corazón
Tras una ventana, tras una puerta,
se enganchó mi corazón,
de la prisa con que iba y venía.
Había dos puertas;
corazón, solo cabía uno.
No fue culpa de la cerilla si no ardía.
era aire que no había.
La p i c o n e r a
Un picotazo sangró mi corazón
cuando andaba por las nubes.
No sabía que en el cielo vivían culebras…
…Tampoco, dentro de las manzanas.
… Ni que sabían dulce. ¡Adán!
Scherezade en el jardín de dios
Era…como soñarse escondido
en una ceniza de esponjas y seda.
…Olas saladas batiendo el nombre del mar.
Así era el cabello suyo;
abierto a pelo y espoleado.
Ron puro. marisma. cobre y bengalas…
aquella mujer dorada.
Era…soñarse bebiendo
sus pequeñas lunas y marfiles…
atrapando a ciegas, de niño,
las monedas de oro dentro del pastel.
Corazón de leche; no está libre este hombre.
Libertos sus sueños; los años libres de la mujer.
A empellones y uñas
subiría Ulises las crestas de tu aliento.
No conoce cadenas, ni sirenas, más sonoras.
La quiebran jóvenes y viejos; frailes y banqueros
La quiebro yo, y marro,
porque grande es la herida;
Noble el caballero; corto el puñal;
no encuentro amarres
6º.- COSITAS
El e l e f a n t e y l a j i r a f a
El elefante puso en el cuello largo
de amarillas perlas,
un mar muy, muy verde.
La jirafita lo levantó contenta
hasta casi el cielo.
Aparecieron,
azules, las estrellas.
A ró ró
A ró ró, rosal mío… que cerrando los ojos,
vas y vuelves, soñando, a la habana,
desde la nana de esta manzana.
C e l u l a i t ’ i s (La celulitis)
Una núbil muerte recorre sus muslos de naranja
cuartea su vientre de barro;
nunca ahíta, agarra su nuca.
La nómada, no quiere nido.
Yo, la querría roca pulida;
para sobrevivirla,
la unto con leche nueva,
y cubro de aguamarinas.
…De ella me enamora
hasta esa pertinaz púber muerte.
5 0 c u m p l e a ñ o s
¿Cincuenta…?,
un cuento.
¡Cinco, cuentas!
Cuatro, yo…
Y ni.dos entre los ddos
© “ni dos” y nidos
à dos y “dedos”
El rojo y el amarillo, verdes
Se quieren tanto
que el rojo le ha dicho al amarillo
de hacerse los dos
muy verdes niños;
…de hacer, azul o rosa, un niño.
Afilador
Afinador, suenas tan dulce…
cisnes transparentes los años de ti ausente.
Haces un niño de mis cuchillos;
y a las ciudades romas, un instante,
las llevas peregrinas a las puntas de roma.
Moderno Hamelín;
no tienen las ciudades ratones,
y las ratas afilan en carne sus dientes.
A garganta dulce,
cambias espejos por rancia plata.
Aceros y animales oyen las notas;
promesas de baile
Alegras cabellos, panes y carnes.
Navajas das, querenciosas de sangre o grano.
Telas y corbatas se entregan a tus tijeras.
Botones y gemelos de nácar;
bellas heridas durmientes.
Solitario afilador, aguador.
Nadie se queda con tu voz,
ni siquiera yo, para quien eres un afinador.
Ca r m e n
Te rompieron en mil cristales.
ví que llorabas…
y, otra vez en los ojos,
tus piedras preciosas se te pegaban.
7º.- DESNUDO. Desmadejado
Joven enero
No es sólo tuyo,
joven enero,
el brillo
que desde ayer al mediodía,
¡contento!
luces como sombrero.
Soy viejo… soy joven amor
Cuando tras el borrón volvamos a vernos,
tendré que preguntarte si sabes quién soy.
Mirarás los daños de mi rostro
y aún te pareceré, más que antes joven.
Y cuando tras el borrón,
me des de nuevo el mar de tus manos,
quedaremos sentados
del mismo lado del banco;
mi piel se alisará como una playa,
y lleno el pecho,
prenderá barniz en el musgo oscuro de mis ojos;
se abrirá mi boca en una fuente de palabras,
frutas y palomas.
Cuando tras el borrón me beses,
el viejo que soy, perderá allí los años;
quedarán en las calles
como adoquines ordenados
para pasear, sin prisa,
y gozar la ciudad humana,
lisa y muy hermosa.
Crecerán huertos en plazas y portales
de higueras y rosales;
…y en el suelo, la amarilla calabaza.
E n i g m a d e las a n g i n a s
Tres actrices tiene mi vida.
Dos de “boquilla”
y una de mentirijillas.
Cuando las ves,
la más actriz,
la de mentiras es.
Gracias Vida
Ya reclamas tu cebo;
no tienes más tiempo, dices.
Tus maneras son femeninas;
masculino, tu celo;
y tus armas, de carnicero.
Bajar querría a Estigia.
A tu trono de basura
y echarte sus huesos a la cara;
pedirte la carne que robaste.
Escogiste bien traidora.
la misma elegí yo;
…con otras maneras.
Y aún te llamarás,
de trece años, generosa.
¡Fatídica!, te denomino yo.
¡Falsa moneda!…
y te injurio: ¡Gracias, Vida!
Soñé un mar,
lleno de plazas con balcones de flores y fuentes.
con niños y pájaros alborotando.
Tu cantabas:
“tres moritas me enamoran en Jaén…”
Tus ojos eran el agua que manaban las fuentes;
reías su ruido al caer.
Yo te amaba. Tú me amabas.
Beso tus ojos, amada.
Les llevo el polen con el que me ven.
Te beso entera, amada…
para que nazcas entera.
Te animaleo de amor en todos tus latidos.
Eres mi querer ser más,
¡más masculino!
…Por caminar tus alamedas en mayo…
cuando nievas pólenes de deseo “entormentados”
Por andarte todas las penínsulas;
y subirte, lengua a lengua,
las cien leguas de tus copas.
Por solearme en tus ojos o “ensombrarme”;
bebernos y “en-nos-mismarnos”
Mezclamos los pensamientos;
las aguas, en los rompeolas de los labios;
y hacemos una nada infinita que nos resbala;
que no es de nadie…
Espuma que a ser el mar nos comienza
y nos termina
en un abismo deseado de desmayos verdes;
romperse infinito del mismo mar: piedra y arena.
Me asombra qué bien te mezclas
para hacerte mujer, para hacerme hombre.
Y si al final, los dos tenemos
un destino de lazo desatado,
quisiera entonces,
que tus “noes” fueran de chocolate,
para que duela dulce
el dolor más imposible de deshacernos:
nudo y desnudo.
Y si el destino llega de “síes” regalado,
pido cuerda de roca
para estarnos eternamente atados.
…Y gigante me lleves, cosita,
como gigante, yo,
¡te llevo delante!
8.- ¡…Y ROTO!
Azucarillo.
Buscan ahogado un azucarillo en tu café.
No queda rastro de él…
Puente de Azúcar
El rio parece un niño con el pelo rizado
y el puente es de azúcar.
¿Por qué quiero cruzarlo?
Porque eres el único puente que cruza mi río.
Galope
Recorría su boca a galope;
contento de que en las riberas de aquel río,
no hubiera vecinos.
Jaguares Manchados
No tuvimos hijos, aunque debimos.
Nosotros, los que nos hicimos niños.