GIPSY / GITANOS/ CÓMICOS
(Basada en hechos reales)




El esplendor que vivía la potencia americana ganadora de la II guerra se contagió a su industria cinematográfica, actrices y actores incluidos. Eran abundantes las creaciones artísticas de todo tipo que rebosaban optimismo, cual sucede con este increíble musical rodado en 1962 y que casi no ha envejecido en ninguno de los niveles en que lo analices: dirección de planos y ritmo, coreografía, vestuario, números musicales, actores, diálogos, fotografía.
ESTÉN ATENTOS A ESTA SECUENCIA. CONTIENE UNA SORPRESA QUE LES DESVELARÉ AL FINAL.
Bien es verdad, que gracias a las interpretaciones fuera de serie de Rosalind Russell y Karl Maden, además de la jovencísima Natalie Wood que con sólo 22 años ya apuntaba maneras. Pero, en mi opinión, nada que ver, todavía, con la madurez de los maduros partenaires citados.
De admirar, siempre, la clase de relaciones varón-mujer de esta secuencia. El elegante galanteo recíproco, ya casi perdido.
Una puesta en escena general soberbia de principio a fin.

Tanto es así que puede decirse de Gipsy que es un film premonitorio. Para mal y para bien, refleja un cambio de época. Una transformación radical de las costumbres dando ya visibilidad a lo que hasta los años 40 era objeto de ocultamiento en salones semi clandestinos mal vistos, y condenados, por lo general, salvo para el público masculino. De la sosez del Vodevil pudoroso al Burlesque descarnado en los teatros más céntricos y glamurosos de las ciudades.
Lógicamente, con algunos tics discriminatorios y estereotipos de género aún, el film muestra mujeres más que resueltas y directivas. Desde luego, nada ñoñas. El universo complejo de la mujer con deseos, intenciones y voz propia retratado con objetividad. Sin tonterías bisoñas. Rosalind, la madre y una de las tres almas del film es una mujer empoderada de verdad; que no es otra cosa que seguir la vocación contra viento y marea, sea cual sea. En este caso, madre y promotora. ¿Un oximorón forzado por el Hollywood de esas décadas? Posiblemente.
Junto con Karl, están magníficos. Sus interpretaciones en celuloide parecen mismamente estar realizándose sobre un escenario real de vodevil al que la película homenajea.
La estrella de ojos brillantes que deseas ver aparecer según transcurre la cinta, dio paso a otra hecha del mismo material rutilante.

Pero los tafetanes y brisbrises del espectáculo no deben deslumbrarnos y hacernos olvidar las crueldades emocionales a que toda persona debe hacer frente en las junglas de asfalto; máxime las mujeres. Aquí radica una de las principales lecturas que ofrece entre líneas. La constatación de que las pulsiones sexuales apenas entienden de comedimiento y buscan desahogo. La única solución posible sería la castración. Tal vez llegue. No lo descarto. Ensayos los ha habido y hay.
En tanto que varón, se agradece el personaje de Herbie, un caballero de los de antes. También un ser intentando sobrevivir en la selva social como el resto de protagonistas. Cómicos deambulantes en la tradición de pobres de solemnidad. Tal que imagino a Lorca y compañeros poniendo en marcha con uñas y dientes y contra las adversidades, el proyecto La Barraca, de la República, a fin de conseguir extender la cultura por la península.
Aprovecho para preguntarme cuántos de los metrajes españoles y europeos son copia de los estadounidenses. Incluso en nuestros días, y hechos por directores de relumbrón como Almodóvar, en las que buena parte de su chocante y aparente originalidad pudieran ser refritos o variaciones de las allí vistas.
Porque en muchísimos aspectos el futuro ya existe. Lo que en España se llevará de ropa o tendencia dentro de 5 años, basta con ir a New York, Berlín o Paris, hoy, para averiguarlo. Y no digamos Broadway, en materia de musicales o teatro, traspasando las fronteras década tras década.
Gocen de diálogos y canciones con enjundia. Todo un tratado de vida recogido en 2 horas con agilidad envidiable. El problema de la edad en los escenarios y en la existencia por el deterioro físico, etc… Añadidamente, un doblaje magnífico. Pueden disfrutarla en Filmin.
¿Es un prejuicio mío o, como nombre de vedette, suena mejor Rose Louise que Rosa Luisa?

Una lágrima moja mis mejillas recordando el THE END, (similar fonéticamente a EDÉN).
Los hombres, golosos del azúcar de calidad, a menudo, estropean los finales. Lástima.
Hollywood en estado puro e inspirado.
POST DATA. El único pero… El de siempre. Fíjense bien. Las Productoras exigen a guionistas y director@s justificar como sea las escenas ligeras de ropa o el desnudo y usar diálogos aparentemente intrascendentes a modo de señuelos ocultos medio subliminales para diluir objeciones
Por ejemplo, mediante metáforas sugerentes imperceptibles. cual la venta de dulces y caramelos que ofrece el vendedor (el solvente actor secundario Karl Malden) al dueño del local de varietés.
¿HABÍAN REPARADO EN ELLO?
El mito de la mujer pura. La moral social y política de todas las épocas se resiste a aceptar que la mujer puede «vender» la exhibición de su cuerpo (¡y más! ) por razones de ganancia y ventajas. No sólo lo hace cuando se halla en situaciones económicas precarias (que también, y a menudo).
Ambas opciones las tiene disponibles a lo largo de la historia. También, los varones; aunque mientras persista lo que denomino EL REINO O ESTADO SOCIAL DE NECESIDAD -vigente todavía en la mayoría de países «sin desarrollar» o con enormes desigualdades- tener fuerza física asegura mejor la posibilidad de ser contratados laboralmente. De ahí, que la mujer, deba valerse de otras estrategias.
Pese a que todos los intentos históricos de acotar los comportamientos erótizantes o sexuales mercantiles han resultado vanos, resulta pueril volver a ver y oír a los partidos políticos presentando leyes para prohibitivas y censuras al respecto. Las propuestas de ese tenor que antaño abanderaban exclusivamente las derechas, ahora mismo lo propone en España la izquierda comunista. ¡PATÉTICO!
Retrocedemos en vez de avanzar. En balde, poner puertas al campo. A Dios gracias, los políticos van por un lado y los mercados y las hormonas por otro distinto. Por cada decreto con censura hay mil actos sin ella. Léase publicidad, realities con edredoning retransmitidos, playas topless, cuerpos semi desnudos por las calles, cantantes luciendo figuras y letras sexy explícitas, pornografía gratis en los móviles, presentadoras y periodistas guapísimos, político@ ascendid@s por mor de sus singulares hechizos, etc, etc…
Nada nuevo bajo el sol desde antes de Epicuro. Lo sentencia la sabiduría popular: LOS HUMANOS, EL DEMONIO Y LA CARNE
Conforme he narrado en otro post,
EL CINE, LOS CONCIERTOS, TV Y MODA, ETC… ENCUENTRAN EN LA ADORACIÓN DE LOS CUERPOS UN FILÓN INEXTINGIBLE.
Y ASÍ SEGUIRÁ SIENDO PESE A LOS INFINITOS INQUISIDORES REDIVIVOS Y CHARLATANES INTERESADOS QUE SURGIRÁN ALLÁ Y ACULLÁ… ¡Josu dixit.