“Ja soc aquí” (no sé si está bien escrito) que debió exclamar Tarradellas al volver del exilio franquista; o el “Decíamos ayer” del Fray Luis de León -creo- al volver a impartir docencia tras el largo presidio inquisitorial al que le sometieron por resquemor y envidia. Yo, parecido. En mi caso, lejos del blog por “otra ocupación excluyente” en tierras sociológicas “inexpugnatas” -muy poéticas y más prosísticas- de las que escribiré muy pronto.
Formidable la experiencia y el balance. Un Club de Poesía creado: “POETAS SIN ESTRELLA” y una Fundación “EL VALOR HUMANO” en ciernes, integrador y sostenedor de personas vulnerables: niños y ancianos.
Del Club, leeréis sus poiesis de altura. Un poco más y consigo que un burro -un programador informático- saque 10 en poesía De momento, un 8 que ya es.
Y de la Fundación, ¿QUIÉN ME LO IBA A DECIR A MÍ?. Yo, que despotrico de tanta asistencia social “de caridad” y ya veis: poniendo en marcha una. A falta de revoluciones humanistas buenas son comunidades humanas.
Detrás de la aventura, una de esas almas castigadas desde su nacimiento por la sociedad que ha logrado sobrevivir y un cristiano idealista que me han convencido del proyecto. Oireis hablar de él. BIENVENIDOS. BIEN HALLADO, espero.