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Comenzaré afirmando dos obviedades:

1.- Los deportes de equipo contienen individualidades.

2.- Entre los voceros propagandistas abunda el “quiero y no puedo”

 

En este sentido, y seguidamente, permítanme una larga digresión introductoria antes de abordar la cuestión principal.

 

Tras el España-Alemania futbolístico, saldado con triunfo agónico “churrero”, todo son alharacas, aplausos: “tenemos un equipo estupendo”. “Es de lo mejor del mundo”, y demás entusiastas exageraciones periodísticas proselitistas…

 

Si fuéramos ciegos, podríamos pensar, ciertamente que, efectivamente, los resultados avalan la calidad del equipo. Sin embargo, cuando se tienen ojos, pues se ven más cosas. Aciertos y fortalezas, pero también fallos y, sobre todo, las debilidades sistémicas. Mi diletante impresión al respecto del choque, es la siguiente. Confío en no ofender ni molestar.

 

En lo positivo, el equipo tiene un medio estupendo, Rodrigo, con la facultad de dar la pausa necesaria para dar dirección al inicio de los ataques y con la facilidad intuitiva de dirigir balones a los huecos con precisión, para que dos extremos jovencitos en estado de gracia intenten driblar dentro del área en distancias de chotis y culminar las jugadas con disparos fulminantes: Nico Williams y Lamine Yamal cuya velocidad “lamina” a los defensores.

®Josu Dixit. Julio, 2024

Contamos, añadidamente, con algun despunte brillante de Morata, el delantero centro, siempre peligroso; aunque está lento, mosqueado y flojito de fuerzas. Y de los desmarques y remates osados de unos decididos Fabian y Robin Le Normand “de los bosques”.

Sin embargo, al igual que sucedió en la anterior Eurocopa, la diferencia resolutiva está en la cabeza y pies de Dani Olmo que, junto a la facultad de visualizar los espacios libres, tiene un rifle en las botas. O sea, a donde apunta, va el balón. Y, encima, disparado de forma potente… 

 yo negativo y preocupante es que, al resto -quizás, salvo Laporte-, no les veo nada destacable más allá de la animosidad sin talento. Esto de tener que pagar cuotas al Barça, y a otros clubes, hace que el taimado seleccionador Luís De la fuente -me repatea su personalidad merengue- tenga que alinear a inconsistentes como Ferran o Pedri, que, cual le sucedía al anterior guardameta- se arrugan en las grandes citas y acaban siendo unos mataos. Literal. Pusilánimes, deshacen más que hacen.

Las mismas cuotas obligatorias hacen que incorpore a enanos o vejestorios de laterales, que son, bueno, un coladero, no; lo siguiente. Imagino a Navas y Cucurella delante de Mbappé y Dembelé. Hormigas frente a gigantes.

 

¿Y qué decir del arquero, Unai Simón? Eso es la estatua personificada. El portero pasmado, le llamo yo. Tal que si viera a la virgen de Lourdes o  confiara en su intervención divina para evitar el gol.  Cualquier delantero vivo convenientemente ilustrado, no tiene más que ajustar a los palos para que se quede petrificado sin lanzarse a detener el balón. ¿Qué diferencia con el inigualable gato Casillas? 

 

Únicamente la diosa fortuna, o el azar, hicieron que, Expaña -con equis- pasara a semifinales.

 

¿Qué va a pasar cuando se enfrente con Francia? Pues que los galos van a hacer una tortilla francesa con once huevos. Se los van a comer con y sin patatas fritas. Lo visto en el enfrentamiento con Portugal así lo anuncia. Eso sí eran dos equipazos. Cualquiera de ellos podía y merecía ser campeón de Europa. 

 

Todavía no he visto a Suiza, ni a Países Bajos. Sí a los turcos, que le echan un par de lo que hay que tener. Justifican la fama histórica de guerreros salvajes que les precede como país. Unen determinación a inteligencia. Hombrones con normales hábiles. Lástima de su eliminación. Me hubiera gustado verlos pelear contra nosotros en la final.

 

Sepan que, a pesar de esta introducción anómala, el tema de hoy es la creatividad, según reza el título. Y aunque pudiera parecer que no hay relación con lo  narrado, enseguida, verán que la hay. Rodrigo, Dani Olmo y Niko Williams, además de sus portentosas facultades físicas, tienen algo creativo en la testa, y se nota en cada arrancada suya. Como lo tienen Kylian o Vitinha en la selección portuguesa. Eso que hacen cada tarde es crear fútbol.

 

En el encuentro Portugal-Francia, que se decidió a penaltis, la suerte suprema, tan en manos del azar y el control de nervios que son los penaltis, decidió que pasara a semifinales la fuerza en vez de la maña. 

La selección francesa llegó a alinear nueve negros y dos blancos, mientras que la portuguesa enrolaba ocho blancos y tres de color. Era la fuerza, repito, contra la destreza inteligente. Contundencia y seriedad en defensa y empuje en el mediocampo de Francia y su delantera, absolutamente hercúlea y gigantesca. ¿Qué humano medio puede parar a Dembélé, Camavinga, Thouran…? Múltiples Goliat contra varios David.

 

Detener las embestidas de los toros negros conjurados en el “todos a una como en Fuenteovejuna” de Lope de Vega, se antojaba misión imposible. Pero lo logró la creatividad portuguesa encarnada en los alfeñiques de Vitinha, Seisao, etc… Así que retomo lo de la creatividad.

 

Curiosamente, es casi imposible que una selección como la española, pueda conjuntarse porque es una agrupación tan dividida como el país. La reflexión de hoy me la ha suscitado este vocablo de Expaña -con equis-; acuñado, si no me equivoco, por Sánchez Dragó, además de escuchar a los voceros palmeros, que digo. Me han dado a pensar. 

 

Parece que, a lo largo de la historia, la creatividad ha ido unida a personalidades aventureras, experimentadas con largos viajes, sustancias psicotrópicas, inventos, tratos de comercio, diplomacia…

 

Las crónicas hablan a menudo de solitarios, personalidades extravagantes o con problemas psicológicos. Hay un excelente libro del psiquiatra Benoit que describe las características psicológicas de muchas de las grandes mentes, encontrando frecuentemente en ellos todo tipo de trastornos de tipo neurótico, cuando no psicótico. Esto último, es típico en los grandes fabuladores, outsiders e histriones. Sean pintores, escritores o dramaturgos, músicos, modistos, actores… Ayudados frecuentemente por consumos excesivos o crónicos de opio, haschich, LSD, etc… Por ende, personajes tendentes a sufrir despersonalización, bipolaridad, esquizoidías…

El objetivo de la reflexión era sencillamente este. Constatar los rasgos individuales y escasamente sociales de la creatividad. En el sentido de ser lo que sobresale de la norma o la lógica y el llamado sentido común, irónicamente tan infrecuente.

La pregunta es, no ya si habría espectáculo sin figuras como Messi o Ronaldo. Voy más allá. ¿Habría goles sin individualidades? Lo dudo. Piénsenlo, relaciónenlo con las maravillas conseguidas por individuos “contracorriente” en todos los ámbitos y envíenme sus comentarios

 

En esos “mundos raros” que construyen y constituyen, con acciones y reflexiones que aportan y deslumbran, los escritores, los poetas y los actores tienen mucho que decir. También, arquitectos, cocineros, músicos y, en general, cualquier profesión o actividad humana iniciática no repetitiva. Que, por principio, requieren cruzar la línea de lo conocido, superar la normalidad.

¿Quién no se asombra oyendo sesiones improvisadas de Jazz? Recuerden la sublime pieza de Keith Jarret en el memorable concierto de Kolonia.

 

A todo lo dicho sobre los actos creadores habría que añadir un argumento más. La falta de recursos espolea la creatividad. La carencia de cosas necesarias o deseadas impulsa la imaginación.

En lo político, es el caso de los cubanos. Acuñadores, de una de mis expresiones preferidas: “resolver”. Son miles los ejemplos a lo largo de la historia y en todas las esferas. Desde la rueda, hasta los vestidos.

Especialmente, asombran las soluciones que, a sus dramas existenciales, encontraron las clases pobladoras de lugares extremos y los no pudientes; incluso, descuideros y hasta los avispados comerciantes, etcétera..

También, en el plano menos “buenista”, las ambiciones militares constructoras de innovadores artefactos destructores. La llamada “carrera armamentística. Con la paradoja de que, a posteriori, las aplicaciones civiles derivadas de tales letales nuevos conocimientos y tecnologías suelen convertirse en avances: Aviónica, Internet, etc..

Me atrevo a sugerir que incluso en el mundo animal la creatividad se originará de modos similares.

Así pues, preparémonos a ver la final entre Francia y Holanda, pronostico. Tal vez, un choque de imperio a imperio entre Inglaterra y Francia. Que, si se fijan, siguen vivos: ESPAÑA, INGLATERRA, HOLANDA y FRANCIA

Equipos, aquellos, donde todos los miembros y las aficiones aportan la singularidad propia y exclusiva de cada jugador a un objetivo conjunto. “Van a una y a muerte” que se dice. Tal y como hacen Turquía o Alemania, que salió a lesionar a los escasos efectivos brillantes con que contamos -con el árbitro descaradamente a favor (El “amigo” Toni Kroos casi parte tibia y peroné y se fue “de rositas”. Ni tarjeta). Sin las tonterías y tiquismiquis tribalistas divisionistas de Inglaterra o Expaña; en la que se silba hasta el himno; sin letra, por supuesto.

P.D. No tengo precio como “Adivino”. La tortilla española con papas se comió a la francesa (2-1)  Ver para creer. sealed