A mi parecer, esta película con valoración IMDB media, tirando a baja, en la que poca gente se fijaría luego de unos meses en cartelera y de la que nadie hablaría entusiasmos, quedando postulada para ser una más de los cientos de rollos fabricados en serie por la industria del cine, podría haber funcionado, a poco que guionista y director hubieran cuidado los pequeños detalles que otorgan realismo a los dramas.
Contiene muchos aciertos, además de la sólida interpretación del hombre de acero que honra al apellido. Aunque le cueste sonreír, en lo demás es sumamente expresivo, dado que todo su cuerpo respira tristura trascendente.
Pero diría que contagia de inframundo vital a los equipos directivos puesto que, en lo negativo a destacar del film, está la falta completa de tensión sexual en los diferentes partenaires del metraje. A dios gracias, una optometrista -Excelente actriz, MARTINA GEDECK- acierta a recuperar un resquicio de luz extrayéndola con paciencia de los ojos mortecinos. Una dioptría; no piensen que más… Está bien que la cosa vaya de sacrificios personales emocionales, de vidas truncadas o reprimidas por causas nobles circunstancias, complejos, distracciones, etc.. pero tanto, tanto… Recuerdo que, en nuestro combate personal contra el Franquismo, siempre sacábamos algún ratos libres de respiro y revolcón.