LA RITUALIZACION DE LAS EMOCIONES EN LAS CANCIONES
RESUMEN
De manera completamente naturalizada, semiconsciente y ritualizada, las sociedades desarrollan mecanismos expresivos y sublimadores de las energías individuales y colectivas emocionales. Sus grupos e individuos recurren a la escenificación musical de los deseos y las emociones más profundas y elementales en formas de narrativas sonoras y rítmicas con vestuario, maquillaje, gesticulación y letras tendentes a extremas. Sentimientos vitales descarnados; afectivo-amorosos en buena parte. Una suerte de especial guión teatral que recoge las preocupaciones individuales y colectivas de modo distinto a las regulaciones sociales generales. Acoge los aspectos socialmente peor considerados de la naturaleza humana: pasiones, debilidades… En el fondo, la tragedia de no poder expresarlos socialmente más que mediada y subrepticiamente. Uno de los precios más altos a pagar por las culturas humanas. Esconder que nuestros actos no siguen solo principios racionales sino también irracionales. El terrible aprendizaje de los requisitos de la Comunicación: la sujeción de la propia libertad ante la libertad del otro. PALABRAS LLAVE: Sociología Emocional; Sublimación Social; Irracionalidad
ABSTRACT
In a completely naturalized and semiconscious way, ritualized and liturgized, societies develop and apply mechanisms that express and sublimate individual and collective emotional energies. Their individuals and groups go to the musical dramatization of the deepest and most basic desires and emotions in the form of sound and rhythmical narratives with wardrobe, make up and extreme lyrics. Stark vital feelings; affective-loving in good part. A sort of special theatrical script that covers individual and collective worries and motivations differently from general social regulations. It embraces human nature aspects that are socially considered the worst: passions, weaknesses…In essence, the tragedy of not being able to express them socially, only mediated and surreptitiously. One of the highest prices human cultures have to pay. To hide that our acts not only follow rational principles but also non-rational. The terrible learning of the requirements of Communication: the self-control of the own freedom facing other’s freedom. KEY WORDS: Sociology of Emotions; Social Sublimations; Irrationality.
LA RITUALIZACION DE LAS EMOCIONES EN LAS CANCIONES
“La Verdad está en el Bolero” Ana Belén.
INTRODUCCION
La vida misma, siempre abriéndose paso como sea. De manera completamente naturalizada y semiconsciente, y ritualizada, muchas sociedades actuales -precedidas por las occidentales-, desarrollan y aplican parecidos mecanismos sublimadores de las energías individuales y colectivas emocionales o de diferenciación; muchas de ellas, de raíz primigenia supervivencial o sexual ( Wilson, 1980)[1], aunque no exclusivamente. Lo llevan haciendo desde el principio de los tiempos.
Estamos hablando del recurso universal a la expresión y escenificación musical y sonora de los deseos y las emociones más profundas y elementales en forma de voz, ritmo, vestuario, maquillaje y palabra- letra. Sentimientos vitales descarnados; afectivo-amorosos en su gran mayoría. Una suerte de especial guión teatral capaz de recoger las preocupaciones individuales y colectivas de modo distinto a las regulaciones sociales generales. Capaz de recordar la naturaleza y debilidades humanas (Marina, 2007 y 2011). Aquello tan antiguo de “recuerda que eres un hombre”. Fénix capaz de renacer en la cabeza de cada persona ”la nación Woodstock”; la emocionalidad humana liberta (Schultz, 1988 : 75-94).
En el fondo, la tragedia de no poder expresarlas más que mediada y subrepticiamente. Uno de los precios más altos a pagar por las culturaciones humanas (Castilla Del Pino, 1977) porque supone que nuestros actos no siguen solo principios racionales sino también irracionales conforme señalaron tempranamente autores como Pareto (Coller, 2007). El terrible aprendizaje paradójico de los requisitos de la Comunicación: El dolor de la sujeción de la propia libertad, los impulsos, deseos y necesidades, a la presencia, deseos y libertades del otro. La tensión innata a los riesgos de esa comunicación propuesta y necesitada; desnudamente expuesta a la evaluación y decisión del otro, que puede perfectamente no quererla efectuar, rechazar compartir esa emoción y vinculación y, por ende, dañar la individualidad, autoestima, etc.. (Villa y Marroquín, 1995)
Parece lógico pensar, a la vista de los conocimientos históricos, haberse hecho y sufrido desde los inicios; estar en la raíz de lo que entendemos por humano. El interés para la sociología estriba en que visualiza perfectamente la doble o triple naturaleza del hombre en cuanto que animal, grupo e individuo. Cada una de estas formas parece exigir y tener sus propias reglas de expresión y acción pautadas, consensuadas temporalmente; hechas institución, estructura (Berger y Luckmann, 1995) (Freud, 2006).
Este artículo se fija en que hay en el humano, un mundo animal difícilmente contenible por las regulaciones sociales. Posiblemente porque las necesidades de que dimana son distintas a las resolubles por la convivencia social. De aquí, la infinidad de conductas -considerada o manifiestamente- asociales. Más al contrario, parecen requerir el máximo de individualidad diferencial.
¿Qué canalización social general sería posible efectuar con deseos de antropofagia, por ejemplo?
Del mismo tenor, hay un mundo individual hostil por principio a cualquier uniformación que se pretenda: la imaginación personal, tan infinita como inextirpable.
¿Qué acotación cabe imaginar sin coartamiento para la prohibición de pensamiento o de presentación personal: elección de idioma, vestimenta, tatuajes, etc..? (Goffman, 2009)
¿Quién puede impedir o ahormar los sentimientos… limitar las formas de amar y su intensidad?
Lo colectivo y social de cualquier sociedad o grupo encuentra en estas dimensiones su límite infranqueable; imposible de regular. De aquí que se expresen original e imprevisiblemente y deban -o se pretenda- de alguna forma, canalizarse socialmente; de modos imperfectos, siempre. Clandestinizarse o liturgizarse.
Lo que no obsta para que una parte de su exteriorización se realice en grupo e incluso tenga en parte destino grupal, posiblemente, como puede ser la necesidad de compartir colectivamente sintonizaciones identificativas de grupo (Festinger,1954) o la de exhibir la propia y única singularidad para determinados fines biológicos, de reproducción, dominio, etc..respecto de otros.
Pero otra parte, puede perfectamente ser de individuo único o de pareja… según su finalidad; sea ésta, estrictamente de índole expresiva intraindividual, o de interacción, etc…
Parangonablemente a los buscados y almacenados recursos materiales y económicos están los deseados recursos de tipo emotivo: sentimientos afectivos o repulsivos; deseos espirituales intangibles; de comunicación o comunión intersemejantes, etc.. (Onfray, 2010).
Así, ritmos, letras y creaciones artísticas de todo cuño van a liberar al cuerpo, la palabra y la acción de las emociones y sentimientos que les están estrictamente prohibido, o no bien vistos, etc..[2]. Multiplicar los dobles sentidos. Las sociedades saben desde siempre tanto que están en el propio origen y sostenimiento de la sociabilidad como que contienen enormes fuerzas disgregadoras de la misma.
El artículo va a centrarse en una de las modalidades de expresión emocional más usuales de occidente: la afectiva- amorosa[3]. Acorde a lo comentado y paralelamente, es observable la enorme dimensión que estos aspectos tienen en multitud de ámbitos; muchas veces, en el límite de lo socialmente aceptable.
Rocío Jurado. SI AMANECE
Si amanece y ves que estoy desnuda,
cúbreme, cúbreme, cúbreme;
cierra la ventana, si no hay luna,
y cúbreme, cúbreme, cúbreme.
Si amanece y ves que estoy despierta,
porque de tu amor aún no estoy llena,
ámame otra vez, ámame otra
con las mismas fuerzas de la primera vez.
Últimamente, los siglos XIX y XX que analizaremos aquí, ha asistido progresivamente a la liberalización de estas naturalezas animales individuales y colectivas poco amigas de encorsetamientos rígidos y a su desenvolvimiento público masivo. ”El arte lucha contra la cosificación al hacer hablar, cantar y, quizás bailar a los hombres y las cosas petrificadas” (Marcuse,1977). La especie reencontrándose con partes negadas de sí misma (Grof,1994).
El día a día se llena de hilos musicales y productos artísticos, literarios, o televisivos, con contenidos “anormales” normalizados; como estos de la canción de Luz Casal, “Loca por volver”, resaltando el deseo y estado de locura de la protagonista.
Luz Casal. LOCA POR VOLVER
Y aún preguntas
¿Quién dejó a quién?
¡No fui yo!
Loca por volver a saber de ti
Loca por tener ganas de volver.
Han alcanzado, además, además la novedad de haberse integrado exitosamente en la circulación reproductora económica por mor de constituirse en estos siglos la masificación e institucionalización de toda clase de consumos.
Los mercados descubrieron la potencialidad económica de estas motivaciones. El poder reconoció finalmente su existencia inviolable (Bericat,2000)[4] a la vez que experimentó su fuerza distractora limitada a explosiones puntuales fácilmente recogibles en locales y fines de semana o fiestas. De este modo, sentenció, vehiculó y potenció su libre expresión.
Reconoció, también, e identificó los sujetos principales -jóvenes- y sus emociones. Por ejemplo, desde mediados y finales del siglo pasado se ve cómo la mujer se constituye en sujeto histórico en alza demandando expresar emotividades largamente contenidas y, de la mano de esta constatación, lleva varias décadas propiciándolo. Los años dos mil musicales suponen su lanzamiento imparable y ejemplifican a la perfección el slogan de “mujeres al poder”. La representación de ese género en las corrientes tanto autoras como consumidoras, es palpable: Madonna, Winehouse…
Idénticamente sucede con las heroínas del cine o las autoras y protagonistas de la literatura de más éxito: “50 Sombras de Grey”, etc.. No basta con apartamentos o clubes, la gente normal también requiere espacios normales, no ocultos donde “soltarse”, liberarse de la normalidad.
La idealización de esas fuerzas se convierte “ex profeso” en maquinaria de propaganda que alcanza incluso a la intelectualidad vía el postmodernismo ensalzador de lo emocional largo tiempo descuidado por los militantismos de la guerra fría, la confrontación soterrada entre Capitalismo y Socialismo que termina en 1989 con la derrota estrepitosa del ideal comunista.
Estos hitos históricos marcan, por otra parte, una intensificación del control social consumista bastante vacío de otros valores distintos a la libertad de consumo y hedonismos de fines de semana o espacios privados. La irrupción o consolidación hegemónica de la música disco 24 horas, y letra sentimental ritualizada; alejamiento de la población de los sistemas políticos directos de participación, etc..
Unos ojos y oídos situados en centurias y décadas pasadas, o en algunas culturas actuales, calificarían nuestras sociedades de Sodoma y Gomorra.
PARTE 1ª LA RITUALIZACIÓN DE LAS EMOCIONES
Sorprende asistir a esta fórmula original y extendida casi inconsciente de regulación social y expresión de las emociones más intensas -y como tal más irracionales- que parecen tener instituidas normalmente las sociedades occidentales, por ende, sociedades mayoritariamente sustentadas, hasta hace bien poco, en los corsés rígidos de las culturas judeo cristianas -en especial- tras acabar en sociedades bajo éticas de inspiración burguesa capitalista tan bien descrita por Weber (Weber,2012).
Estas formaciones sociales de herencias pontificales tuvieron que permitir, sin embargo, unos huecos por donde canalizar las virulentas emociones universales humanas vividas siempre con hipérbole y expuestas crudamente desde los Vedas, la Biblia, El Corán, etc.. con descripciones y prescripciones tipo mandamientos, pecados capitales y semejantes.
Estas concavidades y fisuras por donde evacuarlas han sido, desde el principio de las culturas, los mitos, narraciones, leyendas y cantares de transmisión primeramente oral mezcladamente con la fiesta y la música. Después, pintura, arquitectura y poesía pero no bastaban. Tuvieron que aparecer Literatura, Teatro, Cine, Televisión…
Secularmente, se conducían vía manifestaciones de índole comunitaria, mayormente, ligadas a misterios de numen, estados extáticos, ceremoniales, religiosos, etc.. Celebraciones simbólicas, paganas; a la par integradoras o subvertidoras del orden social (Eliade, 1988 y 2013)[5]. Akelarres, Carnavales.. pero tampoco eran suficientes porque suponían anormalidad, pecado, culpas… (Castilla del Pino, 1979). El hombre requirió esa libertad; impuso su normalidad, así fuera en fechas, espacios o medios determinados.
Sucedía con las grandes ficciones narrativas empezando por las bíblicas o textos considerados sagrados. En estos, las emociones son obligadas a permanecer en silencio, bajo llave, pero se las reconoce por la vía de lo que tácita, o ostensiblemente se valora y lo que se prescribe. Figuran detalladamente expuestas tanto en las acciones reprendidas como en las recompensadas (Ángel caído, Eva, Caín, Abel, Abraham, etc.. en la tradición judaica o cristiana….).
Y, por supuesto, en los relatos clásicos arrancando desde los Veda hindúes y tradiciones orientales, Sumeria, Egipto, Grecia y Roma, Medioevo y Edad moderna hasta la Contemporánea (Bloom, 2012)[6].
La Poesía será el único medio que guarde mayormente la contención expresiva de los vocablos evitando su malsonancia, y aspirando a hacer excelso, lo a todas otras luces, negro, si se me permite el juego semántico. Las pasiones desbordables y desbordadas humanas.
Yendo ya a lo que nos ocupa, este escrito expone que en nuestros días, luego de estos múltiples avatares y tras normalizaciones sociales de todo cuño y extensión que las regulan (Bordieu,2012)[7], cabe efectuar la observación de verlas sobrevivir hoy de una forma natural; cuando menos, sociológicamente llamativa, en cuanto que lo hacen perfectamente visibles –sonoramente más bien- e hiperbólicamente pero, paradójicamente, sin llamar para nada la atención. Diríase que los oídos las escuchan y atienden sin escucharlas. Una especie de liturgia en latín con carta blanca. Los significantes son empleados como desprovistos del significado pero significando. La cuadratura del círculo.
Joaquín Sabina. AMORES QUE MATAN.
Yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata;
porque amores que matan nunca mueren.
Sin necesidad de ir a latitudes extranjeras[8], encontramos por doquier textos hiperexpresivos donde no es ya que abunde la temática romántica sino que sigue siendo con gran diferencia el principal reservorio temático, cuasi garante del éxito inmediato: los amores, desdenes, celos y venganzas, reproches, engaños, lamentos, arrepentimientos, tristeza, desesperación y locura. Los achares de amor, el alcohol, el sino, el destino y la suerte; la muerte, la cárcel, los secretos, el olvido… Mucho más que las de corte filosófico medioambiental o político más propias de Vietnam, la guerra fría y los fascismos terminales: Joan Báez, Paco Ibañez, Victor Jara, Moustaki…
Y no solo esto sino que -y esta es la paradoja que da sentido al artículo- textos donde se recrimina duramente el comportamiento de la pareja que hace sufrir y, sin embargo, en un trastocamiento completo del significado se bailan en paroxismos de alegría en una suerte de exorcización emocional vicaria (Levy-Strauss, 2007).
Ráfaga
¡Mentirosa! Mentirosa!
No vuelvas más… nunca más.
Hoy tiene dueña mi corazón,
no creo más en tu falso amor.
Mentirosa! Mentirosa!
No vuelvas mas aquí…
nunca más, a mis brazos!
Mentías, cuando me decías, que yo era solo para ti.
Mentías, cuando me decías, que sin mi amor no eras feliz.
Mentías, de mi te reías, y te burlabas de mi gran amor.
Mentías y yo te creía,
me destrozaste el corazón… ¡con tus mentiras!
Oír a quinientas personas tararear y bailar alegrísimos con esta canción es no ya solamente un acto festivo, sino maravillosamente transportador. Casi Imposible no dejarse contagiar.
Para evidenciarlo, tampoco necesitaremos recurrir al sin fin de letras divulgadas de carácter extremófilo que las que hemos seleccionado. Basta con mantenernos en textos de lo más correcto. Las multitudes consumen romanticismo rosa como consumen pan y televisión[9]. Esta es la gracia lograda del ritual.
Las canciones de las más famosas óperas mundiales, zarzuelas, etc.. como Carmen, El Amor Brujo, etc, acogen con pasión desde antes de la Grecia y Roma antiguas a la Vida y la Muerte, siempre de la mano. Eros y Thanatos. Placer con Dolor. No existen los matices de color; solo el blanco inmaculado y el negro más intenso. La sociedad tiene que exorcizar como sea esas tensiones y sufrimientos. Lo hace mediante estos recursos de comparación social (Festinger, 1954) que contribuyen a amortiguarlos: A los demás también les pasa… y mayores.
Leyendas de amor imposible. Los libretos de estas tragedias, representan sin tapujos los mayores dramas afectivos que suelen encontrar los humanos en su singladura vital ni siquiera superados por los debidos a enfermedades o calamidades naturales ya que, en estos, el azar, sino o destino contribuyen a amortiguar el dolor de las pérdidas en cuanto no existe la componente de culpa por lo sucedido, al menos en las sociedades occidentales secularizadas.
Francisco Alonso. Zarzuela “La Linda tapada”. CANCIÓN DEL GITANO
En la Cárcel de Villa, hoy me van a encerrar,
pues con pena castigan el delito de amar.
Ella fue mi tormento. Ella fué mi pasión,
pero un día la ingrata, de mi amor se rió.
Manuel De Falla. EL AMOR BRUJO
Yo no sé qué siento, ni sé qué me pasa,
cuando éste maldito gitano me falta.
¡Ay! Candela qué ardes…
más arde el infierno que todíta mi sangre abrasada de celos.
¡Ay!
¡Malhaya los ojos negros que le alcanzaron a ver!
¡Malhaya el corazón triste que en su llama quiso arder!
¡Lo mismo que el fuego fatuo se desvanece el querer!
Aunque es siempre la literatura, principalmente y sus correlatos cinematográficos junto con las letras de las canciones pop románticas para masas globales de jóvenes y adolescentes quienes más descarnadamente visualizan y sienten la sinrazón emocional de sublimación extática, cabe encontrar cientos de éxitos intergeneracionales –universales- como este “Ne me quitte pas” de de Edith Piaf.
Yo te ofreceré perlas de lluvia llegadas del país donde no llueve.
Yo cavaré la tierra hasta después de mi muerte,
para cubrir tu cuerpo de oro y de luz.
Haré un ámbito donde el amor será rey.
Donde el amor será ley. Donde serás reina.
No me dejes. No me dejes. No me dejes. No me dejes
De similar modo, hasta las películas de arte y ensayo cumplen la misma función proyectadora y exorcizante de las emociones. Los personajes “vehiculan” las que sienten y padecen los espectadores, que las descargan por identificación.
Rescataríamos sin dificultad miles de obras magnas de la literatura, tragedia o comedia, novela o ciencia ficción. Teatro, cine, pintura, arquitectura.. significativas al respecto, porque el fenómeno que comentamos es el reverso más íntimo y sentido de la especie humana, pero, en este artículo, vamos a ceñirnos a letras y estribillos emotivos famosos de canciones.
Ciertamente cabría argüirse que estas frases son solo circunscribibles a una época histórica anterior, ya en desuso, característica de los siglos o décadas anteriores, pero sería una conclusión falsa puesto que sigue vigente en multitud de canciones pop súper actuales y exitosas[10]. Lo muestran textos como estos recientes top de Pablo Alborán. Óiganse y valórense, sin necesidad de abstrusos análisis, su alta intensidad emocional, impensable de mostrarse en la vida real sin ser tachado de desequilibrio.
Pablo alborán. ME LLAMAN LOCO
Me llaman loco por no ver lo poco que dicen que me das.
Me llaman loco por rogarle a la luna detrás del cristal.
Me llaman loco si me equivoco y te nombro sin querer.
Me llaman loco por dejar tu recuerdo quemarme la piel.
Loco, loco, loco, loco, loco.
Loco, loco, loco.
Pero si yo pudiera darte un beso,
sabrías como duele este amor,
y podré invertir el universo para quedarnos en la nada tu y yo.
Para mi locura no existe una cura que no sea tu boca…
que abre el mundo que yo derrumbo si te marchas sola
Pablo Alborán. QUIEN
No te atrevas a decir te quiero.
No te atrevas a decir que fue todo un sueño.
Una sola mirada te basta para matarme y enviarme al infierno.
¿Quién abrirá la puerta hoy para ver salir el sol,
sin que lo apague el dolor que me dejó aquella obsesión?
Me conformo con no verte nunca.
Te ha bastado una noche con otro para echarme la arena en los ojos…
Y también, en los éxitos camp de siempre; canciones antiguas de gran raigambre popular adaptadas por intérpretes actuales de prestigio; incluso con aureola de cantautores-protesta; tangos y tanguistas, juglares y poetas/poetisas modernos[11]
Concha Buika. FALSA MONEDA
Gitana que tú serás como la falsa moneda,
que de mano en mano va y ninguno se la queda.
Cruzó los brazos pa’ no matarla,
cerró los ojos pa’ no llorar;
temió ser débil y perdonarla,
y abrió las puertas de par en par.
Vete, mujer mala, vete de mi vera…
rueda lo mismito que una maldición,
que un día me permita que quien tú más quieras
pague tus quereres con mala traición.
Concha Buika. MIÉNTEME BIEN
Reconozco que me enloquecen tus carnes.
Reconoce que te enamoran las mías.
Así que si me mientes, casi dentro de mi boca,
te regalo el resto de mis días.
Y es que hay mentiras que sientan tan bien,
que parecen verdades ocultas,
con secretos que endulzan la hiel,
de las noches más tremendas y más oscuras.
Así es que si me mientes, miénteme bien.
Porque hoy quiero engañarme de nuevo.
Ya no reino en esas noches orgullosas,
en las que acabo amaneciendo triste y sola…
Concha Buika. VOLVERAS
Cerró la puerta sin decir adiós.
Nunca volví a verla, nunca más volvió;
como yo te quise nadie, nadie te ha querido;
insensata mía, ¿por qué te has ido?.
Y me dejaste sola como el mar;
yo vivo como el aire libre pero sin saber adónde va.
y nadie, nadie, nadie te ha querido;
insensata loca, por qué te has ido.
Tú volverás, y cuando tu regreses, amor,
veras como alguien quiso ocupar mi pobre corazón por ti…
y ya verás como tú a mi me pides perdón,
y yo, que estoy loca de amor,
yo, voy y te perdono.
Concha Buika. NOSTALGIAS
Quiero emborrachar mi corazón,
para apagar un loco amor,
que más que amor es un sufrir…
Y aquí vengo para eso,
a borrar antiguos besos,
en los besos de otras bocas…
Nostalgias de escuchar su risa loca,
y sentir junto a mi boca,
como un fuego, su respiración.
Angustia de sentirme abandonado,
y pensar que otro a su lado
pronto… pronto le hablará de amor…
—————————————————-
Pasión Vega. OLVIDARTE
Olvidarte será fácil, ya lo sé;
tengo a penas que dejar de ver el mar,
y cegarme ante la luz de las estrellas,
no ver llegar la luna detrás del cristal.
Olvidarte será fácil, ya lo sé;
tengo a penas que arrancarte de mi piel,
y cerrar a tiempo puertas y ventanas,
no ver llegar la noche ni el amanecer.
Olvidarte será fácil, ya lo sé;
tengo a penas que matar un sentimiento…
y tapar el sol entero con un velo,
y cambiar mi corazón por uno de papel.
Letras de canciones populares defenestradas por las generaciones rebeldes de los años sesenta y setenta que, sin embargo, vuelven y vuelven con ímpetus solo explicables por la fuerza de los fenómenos sociales universales que retratan y por la función de necesaria expresión emocional que suponen, además de la calidad fónica de los intérpretes. La rotundidad dolida de las frases puede ser manifiesta y, sin embargo, donde quiera que miremos con ojos sociológicos racionales, los hallaremos…
Rocío Jurado. ESE HOMBRE
Ese hombre que tú ves ahí,
que aparenta ser divino,
tan afable y efusivo,
sólo sabe hacer sufrir…
Es un gran necio,
un estúpido engreído,
egoísta y caprichoso,
un payaso vanidoso,
inconsciente y presumido,
falso enano rencoroso,
que no tiene corazón.
Lleno de celos,
sin razones ni motivos,
como el viento, impetuoso,
pocas veces cariñoso…
inseguro de sí mismo,
soportable como amigo,
insufrible como amor.
Carlos Gardel. CUESTA ABAJO EN LA RODADA
Por seguir tras de su huella,
yo bebí incansablemente en mi copa de dolor.
Ahora, triste en la pendiente,
solitario y ya vencido,
yo me quiero confesar.
Si aquella boca mentía,
el amor que me ofrecía,
por aquellos ojos brujos
yo habría dado siempre más.
El análisis de contenido de cualquiera de los textos incluidos reflejaría estas constantes emocionales vividas brutal y rendidamente en negativo y doloroso, al tiempo que añorantemente.
¿Debemos concluir con Ana Belén y su comentario: “la verdad está en el bolero”?… ¿Está en el tango; el Mariachi, el Jazz; la Samba, las Colombianas, El Country, la Trikitixa, Strauss, Chopin…?
Las letras y ritmos de este tenor son interminables. A cual más emotiva. La maravilla contada y cantada, amada o sufrida, de las emociones humanas. La música humana más celestial. Cuántica: Se oye y no se oye, a la vez. Se quiere y no se quiere sentir y escuchar. Llena de dobles sentidos. Se dice y no se dice. Se ofrece y se esconde…
PARTE 1ª LA BANALIZACIÓN MUSICAL EN ESPAÑA
Retrotrayéndonos a los Años 60, 70 y 80, en España asistimos al conocido fenómeno de inserción en los circuitos internacionales de turismo, cuyo principio rector de relajación de ocio merecido después de haber trabajado (Holzer,1978)[12], nos alcanzó de pleno con mayor estímulo, si cabe, por coincidir con la generación de posguerra caracterizada por la austeridad, la contención de costumbres, prohibiciones políticas y religiosas, etc.. por decirlo en términos blandos.
Ritmos pegadizos para favorecer el desahogo’. Identificación con la metrópoli americana y inglesa. Vendidos cómo indicador de apertura a la modernidad progre; Los Beatles en Madrid, El Duo Dinámico, etc…
Cuando calienta el sol aquí en la playa,
siento tu cuerpo vibrar cerca de mí;
con tu palpitar, tus caricias,
yo te adoro, vida mía,
¡Oh,Oh,Oh!…
De repente, en esa década, denominada “la década prodigiosa”, las multitudes descubrieron el valor de otros usos musicales aparte de los Pasodobles y las Baladas azucaradas: El Pop; con algo más de letra protesta; pero en inglés y vestuario corto. En este caso ya, como fenómenos paralelos de liberación controlada, experimentados con éxito en Europa, Norteamérica, etc..(Wright Mills, 1957 y 1959)
La puerilidad y el atontamiento emotivo convertidos en bálsamo amortiguador de las miserias sociales españolas ayudados por la televisión recientemente implantada. De reclamo, canciones como Sopa de amor, etc…
¡Oh, Oh, Oh!…
Sopa de amor, señor, sopa de amor.
Sopa de amor, camarero
Sopa de amor, señor, sopa de amor.
Sopa de amor, que te quiero.
¡Cómo me gusta la sopa de amor!
¡Oh, Oh, Oh!…
La fascinación del envoltorio, como correlato lógico gazmoño a las sensiblerías y constricciones del momento, afortunadamente para el franquismo. Supuso una manera natural no violenta de ayuda a la transición contenida. Revoluciones de andar por casa. Convencionalismo de pensamiento amoroso a condición de llevar dentro la palabra mágica: “I love you”. Los sentimientos no parecen necesitar más que contadas palabras con ritmo. Mazapanes musicales.
Por otra parte, los años 80 -la movida de Madrid y sus extensiones…- supusieron en toda la península urbana, con excepción de sectores musicales cultos, la desviación hacia lo emocional personal de buena parte de las emociones políticas y sociales inalcanzables o aplazables. La parodia nacional, Alaska y los Pegamoides…, el logro de la libertad, circunscrita, primera y básicamente, a la expresión extravagante, extrema.
El culto al individualismo corporal y la puesta en escena estrambótica marcando tendencia, estilo… Libertad, sobre todo festiva, en volandas de las multinacionales discográficas. Son llamativas estas expresiones humanas en cuanto que vistas desde fuera, reflejan cierta idiotización de gestos con juegos de maquillajes ambisexuales, hipersexualización etc.., dando cabida a las, hasta entonces, proscritas androginia, trasvestismo, homosexualidad, etc… (Preciado, 2011)
Se recuperan y cobra auge en este periodo y circunstancias, la infantilización gestual natural de algunos bailes, antes evitada. El hombre y la mujer aniñados; animaliados conforme exigen las emociones; el cortejo sexual y sus excentricidades paranormales. Se hace visible sin complejos el otro hombre y mujer que cada quién lleva dentro.
Como en el resto del mundo salido de herencias católicas o protestantes, aquí aun más acusadas, en España vivimos “a la latina” -pasionalmente- esta clase limitada de liberación musical. Sexualidad tácita y explicita: Chicos y chicas guapitos en candelero, y el despertar del Marketing de usar y tirar ejercido con adolescentes. Intérpretes de lo más ñoño y mojigato considerados cumbres de la modernidad:
Cecilia.
Era feliz en su matrimonio,
aunque su marido era el mismo demonio…
Jeannette…
Yo, soy rebelde porque el mundo me ha hecho así.
No he querido nunca odiar…
Por supuesto, con ramalazos de exhibición de copla simplona y tradicional: Lola Flores, Marujita Diaz, Sara Montiel… junto a otra copla popular más auténtica rescatada por músicos, poetas e intelectuales: Los Machado, Lorca, Falla, Rafael León, Carmen Amaya… Los coletazos de la autarquía cultural.
Los rockeros, otrora y en otros ámbitos, cuasirevolucionarios, parecieron conformarse con esos topes de libertad puesto que, aunque lograron convertirse en adalides de los derechos humanos en el tercer mundo, se encontraron rápidamente a gusto en los generosos mercados capitalistas.
Son elevados a la categoría de símbolos y liturgia. “Los rockeros nunca mueren” ejemplificado en los Rolling Stones y docenas de grupos y cantantes de los sesenta periódicamente recidivos; sombras de lo que fueron. Con eso basta, para autoconvencerse de ser realmente libres, poseer el talismán de la eterna juventud, la felicidad, etc.. “Make Peace, not War”… with Music.
Se asiste a letras comprometedoras en inglés –que apenas alguien entiende- y a otras mucho más insustanciales en castellano divulgadas hasta la saciedad -fenómeno de la canción del verano o los 40 principales- con éxitos en un idioma que casi nadie comprende, salvo la docena de términos o slogans de jerga musical y filo-filosófica como hit parade, top, fans, rock, love, peace, you, etc.. en los que la españolidad de la época se hará verdaderamente experta.
Se mantienen, coinciden o irrumpen casi a la vez “Nobleza Baturra” , “Lo que el viento se llevó”, “Mogambo” y el destape español “Vente a Alemania, Pepe”, etc… con las salas X o las películas de arte y ensayo surrealistas: Buñuel (Viridiana, etc.. ) Bergman… y por supuesto, “Último Tango en Paris”.
El vestuario escaso inunda la televisión hasta en Navidad. Sabrina y las “mama chicho” italianas de las primeras cadenas de televisión privadas, de capital europeo.
El adocenamiento masivo es palmario, con la consabidas excepciones culturalistas o políticas minoritarias. Pero la gente está harta de décadas de militancia y limitaciones políticas, valores cristianos y continencias. Acoge el relativo y controlado desenfreno con entusiasmo. Triunfa el consabido “Sexo, Droga y Rock and Rol”.
Los años noventa, y dos mil, contemplan la explosión de los Videoclips donde Chica conoce Chico y poco más. Conservadurismo fino y entretenimiento. Canalización de la sexualidad hacia el marketing. Se renuevan incesantemente sonidos anteriores o irrumpen nuevos: Funky, Indie, Hip Hop, New wave, Tecno-pop, Reggae, Grunge, Rap, Pop-rock …
Se añaden a la escena junto con el exotismo y erotismo negro o caribeño -Lambada-, la Música-Disco rítmica y sonora, Michael Jackson, Spandau Ballet, Tina Turner, Durán Durán, Lady Gaga, etc…
Proliferan las Revistas musicales para púberes y menos púberes, el endiosamiento de los intérpretes, Disney Channel, etc, etc… Emociones a la carta. No son muchas: Excitación, Amor, Desamor, Poder, Machismo, Feminismo…
Pegadizas melodías bien tocadas pulsando, también, irresistiblemente, el corazón de la gente, como estas de Maná, un grupo de enorme éxito internacional :
Maná. COMO QUISIERA
Poder vivir sin aire;
cómo quisiera;
poder vivir sin agua;
cómo quisiera;
poder vivir sin ti.
Pero no puedo;
siento que muero.
Me estoy ahogando sin tu amor…
Maná. MARIPOSA TRAICIONERA
Eres como una mariposa;
vuelas y te posas; vas de boca en boca;
fácil y ligera de quien te provoca.
Yo soy ratón de tu ratonera;
trampa que no mata pero no libera;
vivo muriendo prisionero…
CONCLUSIONES
Más allá del acompañamiento sonoro, tan favorecedor del “aturdimiento” de la razón y la sintonización corporal con las cadencias rítmicas necesarias para la ensoñación, energización y puesta en onda de las energías y la interacción, es sintomático que las letras de las canciones que inundan el aíre en cualquier institución social tengan contenidos tan nítidamente emocionales e irracionales, muchas veces, asociales.
Fuera de estos espacios-tiempo regulados, el estallido de lo emocional que late en los textos y gestos de las canciones pop y coplas populares (Hurtado Balbuena, 2003) haría enrojecer de vergüenza a cualquier grupo o persona.
Sin embargo, se realizan, oyen y cantan diaria e insistentemente en todas las cadenas de radio o programas de TV. En cualquier fiesta o concierto constituyen y el verdadero leit motiv aglutinador de miles de asistentes a esos conciertos, o millones de televidentes a lo largo del planeta; en especial, aquellos situados en las franjas que van desde los diez hasta los cincuenta años y más, puesto que no desaparecen sino que acompañan el imaginario vital de cada persona en su trayectoria biográfica, que esta explosión de libertades contribuye a alargar[13].
De la misma manera sucede con los textos más directos contraculturales; a menudo, primarios, radicales, obscenos u ofensivos, ardorosamente cantados o vociferados por doquier sin ningún comedimiento, como dentro de un paréntesis invisible, puerto franco o bula social, respecto de las interacciones habituales.
El autor cree descubrir en todo lo expuesto, los siguientes aspectos conclusivos, algunos de los cuales conviene sopesar cuidadosamente por su importancia sociológica:
1.- Las huellas imborrables y constitutivas de las emociones y los sentimientos en cuanto que necesidades humanas de primer orden que, por ende, han necesitado milenios de finas regulaciones sociales, capaces a un tiempo, de poner cauce social ritualizado a semejantes fuerzas caóticas desintegradoras -en parte- de lo social y permitir que se expresen en cuanto naturales, necesarias y, también, funcionales (Onfray,2010)
Al modo semejante a como los humanos, costosamente, han canalizado, institucionalizado la violencia sacrificial o las normalizaciones sexuales (Preciado, 2011).
2.- El difícil aprendizaje de la confrontación relacional humana: Las tensiones y riesgos de la comunicación: La sujeción de la libertad y necesidades propias ante la libertad y necesidades, distintas y complementarias o disonantes, del otro. El mantenimiento, doloroso y dañado de la personalidad a pesar de las eventuales incomunicaciones y desvinculaciones no logradas. La inteligencia emocional para intentar nuevas revinculaciones (Goleman, 1996) (Goleman, 2006).
3.- Se sugieren unos corolarios indeseados: el poso preocupante en esos textos, virtualmente justificador de emociones y acciones irreflexivas de graves consecuencias; esto es, letras que a modo de caldo de cultivo, pueden agrandar, irrealmente, las expectativas emocionales de las personas de manera que, en su choque brutal con lo real deriven en fuertes desengaños, maltrato, depresión, etc..[15] Una especie de mal contagio por identificación. Comunicaciones fallidas por rigideces desadaptativas, etc..
Cabría, por ejemplo, sondearse casos de posibles efectos adversos causados en algunas cabezas jóvenes e inmaduras por semejantes letras hiperrománticas. Daños exarcebados de desamor, sinsabores de injusticia, etc.. sufridos por quienes las toman al pie de la letra exigiéndoles esfuerzos personales y, quizás, médicos, para calmarlos y resolverlos.
Estas emotividades ensalzadas pueden llegar a estar en el origen de algunos sucesos lamentables pasionales que llenan los diarios de noticias, lo mismo que las consultas de psiquiatras, juzgados, abogados… y cárceles.
Fantasías de amor exageradas vicariadas en mitos y textos, actores, músicos, etc.. que pueden llevar a ciertos individuos a constituir psicologías desadaptadas que, a buen seguro, a la postre, redundan en hacer su vida normal más conflictiva, dada la enorme distancia con la realidad cotidiana.
Los Panchos. SI TÚ ME DICES VEN
Pero si tú me dices ven, lo dejo todo;
que no se te haga tarde y te encuentres en la calle,
perdida, sin rumbo y en el lodo.
Si tú me dices ven, lo dejo todo.
¿Qué es razonable suponer que va a sentir y necesitar una persona, educada con estas letras y personajes en el amor absoluto, sino un gran dolor y tiempo de duelo si descubre que no le aman tan exclusivamente; o que ni él mismo ama así? ¿Cuándo le digan o vea que “en el amor y en la guerra” todo vale?
Se señala como socialmente conveniente esta deconstrucción sociológica a efectos de proponer tareas educacionales que vacunen preventivamente contra estos excesos y absolutos de manera que las cabezas no queden tan afectadas por los libretos hiperemotivos o hiperjusticieros morales.
Porque, en lo negativo, estas emociones sentidas y expresadas, reflejan disfuncionalidades humanas latentes muy potentes, propias de su dividida naturaleza y sus delicadas estructuraciones de personalidad: autoestima, miedos, debilidades…
En lo positivo, lo ya expuesto: tales sentimientos, creencias, textos y ensoñaciones funcionalizan las “vidas carenciales” de miles de personas, favorecen las ceremonias de unión y creación de familia, el mantenimiento del orden social así como su reproducción, el consuelo por semejanza, la expresión de la afectividad y la personalidad, la energía, socialidad, etc..
4.- Son textos que contribuyen, a la vez, a reforzar, prescribir y normalizar los modos razonables de vivir en sociedad. Enseñan a sentir y descargar sentimientos. A comunicarlos. Incluso, preparan para lo negativo.
Toda la regulación social está contenida en esas letras. Lo deseable, lo ideal tanto como lo proscrito. Directa e indirectamente cada cabecita aprende de amor y desamor, de respuestas nobles e innobles ante las injusticias o el desengaño. Quizás, por las leyes del azar, se aprende tanto a activar sentimientos como a desactivarlos.
El gran calibre de lo pasional en los humanos es habitualmente mostrado por el contenido y formas de los textos y gestos parejos de las canciones; además, lógicamente, de otras manifestaciones artísticas y humanas. Lo mismo, su gran creatividad y diversidad.
Las letras y presentaciones personales alrededor de las canciones -vestuario, maquillaje…- hablan nítidamente de lo que somos: Humanos. Seres sentimentales, carenciales y comunicadores. Vehiculan toda clase de emociones nuestras; no solo afectivas o sexuales, sino interactivas, políticas, espirituales, ambientales… y lo hacen siempre -directa o simbolizadamente- en la gradación continua que va desde textos hipernegativos a hiperpositivos; puestas en escena tendentes a llamativas, y actuaciones, habitualmente, más ostentosas que contenidas.
No es tan solo que el marketing lo imponga por rachas; es que todas esas estructuras significante-significado de deseos y necesidades vinculares o expresivas están activas dentro de nosotros. De ahí, el éxito de los Reality Shows, Facebook, Twiter, Youtube, etc..
Una vez más, tenemos delante la doble naturaleza racional e irracional de la especie. Inextirpable… Ritualizada. Tal es el signo de lo humano. No le queda al sociólogo sino observarlo y comentarlo en un ejercicio personal de dar la luz y maravillarse.
Para cerrar el artículo, una sencilla letra de Juan Pardo, que lo cortés no quita lo valiente, y varias máximas de escritores y poetas acordes al espíritu del artículo:
Bravo por la música que nos hace mágicos.
Bravo por la gente que esté en conexión…
“Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal”. Madre Teresa de Calcuta.
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“En asuntos de amor, los locos son los que tienen más experiencia.
De amor no preguntes nunca a los cuerdos.
Los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca”.
-Jacinto Benavente-, escritor español.
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“En un beso, sabrás todo lo que he callado”. Pablo Neruda.
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[1] Sociobiologismo: El darwinismo, de motor evolutivo y comportamental. La diferenciación, la hiper acción o el prestigio, el poder, la fuerza, etc… como reclamos de la energía disponible y la promesa tácita de garantizar la supervivencia, los mejores genes, etc..
[2] Dante escritor de “la Divina Comedia” advirtiendo contra pecados y pecadores; o similarmente, El Bosco, en su obra: “Cave, cave, Dominus videt” ( Cuidado, cuidado, Dios os ve) etc, etc..
[3] En este artículo, no se entra en el reparto de roles emocionales por género, clase, etc.. ( Bourdieu, 2012)
[4] Sociológica y psicológicamente, las liberalizaciónes sexuales y los reconocimientos crecientes de diversidades de género, son, posiblemente, de las mayores normalizaciones sociales conquistadas y conquistables por las sociedades humanas. Hitos culturales históricos de enormes repercusiones futuras. Ver Preciado (2011). Está pendiente todavía la normalización relacional, introducida ya por Habermas, entre animal y humano.
[5]También Malinovski (1974); Levy-Strauss (2007) o Girad (1984), entre otros.
[6] Ver también del mismo autor: El canon Occidental; El futuro de la Imaginación. Barcelona. Anagrama
[7] Cabe deslindar este consumo de letras de canciones por estratos sociales
[8] Cabría incluso analizar el fenómeno, tan español y latino como japonés, ruso o mandarín, sobre el por qué, aun desconociendo el idioma inglés de la mayoría de éxitos musicales experimentados, la sola imaginería escénica del grupo o solista y la melodía bastan para producir en todo el orbe ensoñamientos tan irresistibles
[9] Los mismos nombres de los artistas son de corte provocador: “antinorma”
[10] Posiblemente, las características de segregación sexual vivida por la sociedad española post guerra civil o culturas latinas, digamos que religiosas o premodernas, contribuyan -en nuestro hinterland cultural a la preponderancia de canciones de temática sentimental más claramente sexual frente a otros intérpretes más culturales o contraculturales y diversificados como puedan ser Leonard Cohen, Xabier Lete, Bob Dylan, Joe Cocker, Jimmy Hendrix, Rolling Stones, Miguel Ríos, Barricada, Triana, Luis Llach, Izukaitz, Oskorri…
[11] Lógicamente el tratamiento léxico de los cantautores tiende a lo poético, cultivado, medido y diversificado. Es el caso de Amancio Prada, María del Mar Bonet, Benito Lertxundi, Mekano, Fito y los Fitipaldis, Los Secretos, Kepa Junkera, etc.., de letras y melodías cuidadas. Por otra parte, la canción política merecería mención aparte, fuera del tema de este artículo.
[12] Ver también Abendroth y Lenk (1971) Introducción a la ciencia política. Barcelona. Anagrama
[13] Apuntar que podría analizarse parte de esta promoción intensa de la relajación de costumbres no solo debida a los factores que comentamos sino, también, como un intento dirigido y encubierto de fomento de la natalidad en el envejecido Occidente. En todo caso, como neto favorecedor de la salud pública, similarmente al futbol y otros espectáculos de masas.
[14] Pese al ingente esfuerzo censor puesto para silenciar lo emocional.
[15] Valórese la importancia de los vínculos sociales. Fernández Alcalde (2009) Intersticios Vol. 3(1) y 3(2)