– LA LAMIA Y EL PRINCIPITO –
¡Ah, el Paraíso!
Su avenida principal císnea,
la de los campos alisios, [1]
seguía igual.
El beso de plumón.
La misma sensación de estar ocurriendo algo.
Armageddon y el apacible Don de la mano.[2]
Emoción de ir subido en un cometa.
La noche de luz.
Besando sus labios,
en conversaciones con Platero,
entraba yo.
A mis dientes, venía el corazón;
y tenía la sensación de niños,
de saltar elástico sobre el colchón.
El atlántico mar traía a la orilla,
encajes de las Antillas y lana. [3]
que la luna indígena,
huérfana de anillos y llena de risa,
bajaba a comprar sin prisas.
Lavada, y con broche de noche estrellada,
parecíame La Alhambra.
Deseando la luz de la Lamia,
puse el alma en mis redes
y salí, pescador, a enlazarla. [4]
En puntillas me acerqué
diciéndole hermosas tonterías,
mientras ondeaba.
Pero la visión recelaba,
y con blanca elegancia,
“la gracia” rielaba…
Ayer, todo cambió;
al cerrar los ojos
me pareció oír :
– ¡Eh, Principito, pesca para mí el sol!
– ¡Ah, Paraíso de los pasos lentos!
¿Dónde estabas?
¡Cuánto tiempo llevamos en la prisa!
Detengámonos a gozar.
Comamos aceitunas de tu tierra luna, y pan.
– Besos, Marinero.
Dadme besos…
¡De paz!
-Si bajáis os los daré de azúcar glass.
– El carruaje, no veo el carruaje…
– Hemos llegado.
El país de “Siempre más”.
Mastiquemos la exquisitez del chocolate con menta.
***
El alto pájaro triunfal,
huye nupcial de la llanura abisal.
[1] En el sentido de una significación vital opuesta, juego con su homofonía con los “Campos Eliseos”.
[2] Alusión al “El Don Apacible” de Sholojov, mi primer gran libro clasico y romántico
[3] Playa de Sopelana
[4] Metáfora de abrazarla, cogerla de la cintura…
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VER MÁS POEMAS Y LA NARRACIÓN COMPLETA EN PROSA EN EL LIBRO:
“CAMPANAS A GLORIA”
(2ª PARTE DE LA TRILOGÍA “MANZANAS DE HIEL Y MIEL”)