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¿Qué tendrán las emociones? ¿Qué le pasa al cerebro delante de los finales felices de amor?. ¿De donde extraen el mecanismo que las despierta a pesar de saber que estás viendo una película; o sea, una ficción. ¿Por qué las neuronas humedecen los ojos, si saben que lo que ven no es verdad? ¿Qué circuitos de placeres tan especiales conectan que permiten llorar de felicidad? Misterios. Dicen que la empatía consiste en la facultad de algunas neuronas -llamadas “de espejo”- de reaccionar de forma emocionalmente semejante -alegria, tristeza, compasión, placer- y automática a escenas y situaciones vividas y sentidas previamente, y recordadas.

Cuento esto a propósito del film “La dama velada”. Una serie B de Televisión que solo tiene creible los paisajes y la belleza de los protagonistas: El Conde y la Condesa. Lino Guanciole y Miriam Leone.

Una tontería más de entretenimiento. También, alguna que otra frase bonita, romanticona.

Y sin embargo… Se vé MUY PLACENTERAMENTE. Es aquello de ¡ESTAMOS TAN A GUSTITO que!…

Dijeron (no diré quiénes) que yo no tengo muy desarrollada esa capacidad. ¡Por Jesucristo! Sí llego a tener sólo un poquitín más de empatía, no ganaría ni para pañuelos. En fin. ¡Y se ganan la vida con sus opiniones las tías y los tios! Y hacen más cosas que no diré por discreción. ¡Señor, qué peligro tiene la simpleza, el resquemor -consciente o inconsciente- y el prejuicio! Actúan como ciegos perdidos en una rotonda… Y sus acciones tienen consecuencias y responsabilidades.

Dios -o quien sea- me dé paciencia y les devuelva a ellos el equilibrio y la cordura.

ME VOY AL CAMPO TIERNO ¡DE AMAPOLAS!…

QUE EL ASFALTO PARECE ESTAR LLENO DE ¿GILIPOLLAS?

O ¿SIMPLEMENTE EQUIVOCADOS?

Advierte el refrán: “Por un tonto con buena voluntad mataron a un hombre”…

¡Y a Jesús! ¿Por un lavarse las manos? ¿Era peligroso?

Observen el aire que se da Miriam Leone con Carolina Bang. Dentro de unos años será calcada.